La secretaria general del PSOE de Torrelavega y candidata a la Alcaldía, Lidia Ruiz Salmón, cree que la postura que ha adoptado la concejala socialista Blanca Rosa Gómez Morante de no apoyar la moción de censura presentada junto al PRC contra el regidor del PP, Ildefonso Calderón, es "lo suficientemente grave como la expulsión" del partido.

Así lo ha dicho a Europa Press la portavoz del Grupo municipal, que ha aclarado no obstante que esa decisión no se adopta a nivel local, sino que "va mucho más allá" y corresponde al ámbito regional, donde "tomarán la decisión que tengan que tomar".

"Nosotros no tenemos nada que hacer o que decir", ha apuntado Ruiz Salmón, aunque, a su juicio, la postura de la exalcaldesa y exportavoz municipal de Torrelavega de no apoyar, firmar ni votar -como ha dicho Gómez Morante- la moción es una "falta grave". "Lo suficientemente grave como para la expulsión", ha apostillado.

Aún así, desconoce "si habrá expulsión" o se adoptará "un camino intermedio" con Blanca Rosa Gómez Morante, que ha sido presidenta del PSC-PSOE, senadora por este partido o presidenta de la Federación de Municipios de Cantabria (FMC), entre otros cargos.

Totalmente lógico

En declaraciones a esta agencia, la edil y candidata a la Alcaldía ha señalado que es "totalmente lógico" que se haya relevado a Gómez Morante de la portavocía del grupo municipal -cargo que ahora ostenta Ruiz Salmón, hasta que sea alcaldesa-.

Se trata de una decisión que se ha adoptado "por coherencia", después de que abandonara la ejecutiva local. "No puede seguir siendo portavoz" ha sentenciado, para insistir en que "es algo totalmente lógico", más si se tiene en cuenta que Gómez Morante ha expresado su postura contraria a la moción "públicamente y de forma reiterada".

TRABAJO,

Tranquilidad y tensión

Por otro lado, y en relación a los días que restan para el debate y votación de la moción de censura, que se abordará en el Pleno convocado para el 15 de enero a las doce del mediodía, Lidia Ruiz Salmón ha explicado a Europa Press que se va a dedicar a trabajar.

Y lo va a hacer, según ha detallado, de forma "tranquila y reposada", pero con la "presión, tensión e inquietud" que implica el cargo y la responsabilidad al que se enfrenta, extremo que, por otro lado, y como ha concluido, "es normal".