Valladolid superó en 2013 los niveles de partículas y ozono recomendados por la OMS, según Ecologistas en Acción

Ecologistas en Acción ha asegurado que Valladolid superó en 2013 los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de partículas, que han descendido en relación a 2012, y ozono, que han aumentado "muy significativamente".

Ecologistas en Acción ha asegurado que Valladolid superó en 2013 los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de partículas, que han descendido en relación a 2012, y ozono, que han aumentado "muy significativamente".

Los datos se recogen de las siete estaciones de las redes de control de la contaminación atmosférica del Ayuntamiento de Valladolid y de la central térmica de Michelín a lo largo del año 2013, así como de una de las tres propiedad de Renault, según han informado fuentes de Ecologistas en Acción en un comunicado recogido por Europa Press.

Así, se obtiene que en 2013 se han medido partículas de tamaños inferiores a diez micras (PM10) y a 2,5 micras (PM2'5) que superan las guías sanitarias diarias de la OMS, establecidas respectivamente en 50 y 25 ug/m3 (microgramos por metro cúbico) como media diaria, a pesar de que no se debe superar más de tres días al año.

No obstante, estos niveles y los del resto de contaminantes se encuentran dentro de los límites que no deben superarse según la legislación europea y española, que se ha vuelto "más permisiva" para las partículas y el ozono.

Respecto al ozono, el verano de 2013 ha empeorado el de 2012, de manera que la ciudad ha rebasado en 60 días, la tercera parte de periodo de riesgo (abril-septiembre), el nivel de ozono recomendado por la OMS, establecido en 100 ug/m3 como máximo promedio de 8 horas a lo largo de cada día.

La situación fue "especialmente delicada" entre el 5 y el 24 de julio, en el que se vivió un "prolongado episodio de elevada contaminación" por ozono, "ante la pasividad de las autoridades". Asimismo, el viernes 23 de agosto y el miércoles 18 de septiembre se vivieron sendas alertas por ozono en las estaciones de Paseo del Cauce, Fuente Berrocal y Laguna de Duero, de las que no se informó a la población como era "preceptivo".

Esta situación podría haberse reiterado, de manera "más grave", en la estación del Paseo del Cauce (entre La Rondilla y el Barrio España) entre los días 5 y 9 de julio, cuyas mediciones han sido "invalidadas" y por ello los ecologistas han pedido los datos al Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León, "sin éxito de momento".

Sin tratamiento

Los datos de partículas PM10 se han tomado "sin tratamiento de ningún tipo", para que puedan ser comparables con los de años anteriores, ya que en 2013 el Ayuntamiento de Valladolid ha seguido "aminorándolos" al multiplicarlos por un "factor de corrección" de 0'81 en invierno y 0'88 en verano, lo que ha llevado a que el nivel de las partículas finas (PM2'5) se eleva algunos días por encima de las partículas PM10 en las que se engloban.

En conjunto, la ciudad ha soportado una "mala" calidad del aire con "daños sanitarios" para la población durante 81 días, casi la cuarta parte del pasado año, por más que la relajación de la normativa europea y estatal, el cambio de ubicación de las estaciones "conflictivas" o el "cocinado" posterior de los datos puedan dar la impresión de una situación admisible.

Dado que la responsabilidad de la contaminación corresponde "al uso masivo del automóvil", al margen de determinadas fuentes industriales, Ecologistas en Acción ha insistido en la necesidad de adoptar medidas efectivas de reducción de la velocidad y número de vehículos en circulación en la ciudad y su entorno, y se potencie el transporte público, la bicicleta y el tránsito peatonal, así como evitar los aparcamientos rotatorios en el centro urbano.

Asimismo, la revisión del Plan General de Ordenación Urbana en curso debe evitar el desbordamiento de la ciudad más allá de las rondas de circunvalación existentes.

El ozono, como han señalado EA, es un contaminante que provoca por inhalación un incremento de los riesgos de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, especialmente en niños, ancianos y personas con problemas respiratorios crónicos (asma, bronquitis crónica), así como el agravamiento de patologías cardiovasculares, según han indicado las mismas fuentes.

Las partículas en suspensión están relacionadas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares y con tumores en las vías respiratorias y pulmones y, en este sentido, la OMS estima para España en 22.000 los fallecimientos prematuros anuales por la exposición a niveles de partículas y ozono como los respirados por los vallisoletanos en buena parte del año 2013.

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