Este martes entra en vigor una de las medidas más polémicas y menos consensuadas de la nueva ordenanza reguladora del taxi aprobada por el Ayuntamiento de la capital: la tarifa fija al aeropuerto.

Desde este 7 de enero, el trayecto al aeropuerto tendrá una tarifa fija de 30 euros para los viajes que se realicen entre Barajas y la almendra central de la ciudad -es decir, el interior de la M-30- en ambos sentidos.

Por otra lado, las carreras que tengan como origen el aeropuerto y destino zonas fuera de la M-30 tendrán también una tarifa fija de 20 euros. A esto se añade  el suplemento de 5'50 euros por carreras a y desde el aeropuerto.

En la práctica, esto supone desvincular la distancia recorrida o el tiempo de viaje de las cantidades que marquen los taxímetros. Eso, para los residentes o usuarios con destino en la capital. Los vecinos del resto de municipios seguirán abonando el coste establecido por kilómetro y el suplemento correspondiente.

La medida favorece evidentemente a los pasajeros cuyo punto de partida o de llegada esté en distritos alejados de Barajas, como es el caso de Latina, Moncloa-Aravaca o Villaverde. El viaje a barrios como Cuatro Vientos, Puerta de Hierro o San Cristóbal podía alcanzar hasta ahora los 35 euros dependiendo del estado del tráfico.

La tarifa plana favorece también a los turistas, que mayoritariamente se alojan en los hoteles ubicados en la almendra central de la capital. No solo pagarán menos, sino que se evitarán posibles estafas al conocer de antemano el precio fijado.

Pero los grandes perjudicados por la nueva tarifa son, a la vez, los madrileños que residen en los distritos limítrofes: Hortaleza, San Blas, Ciudad Lineal o el propio Barajas. "¿Cómo voy a pagar 30 euros si salgo desde la Avenida de América, junto a mi casa, o 25,50 si lo hago desde el tanatorio de la M-30, donde trabajo? La última vez que fui a Barajas pagué 21 euros", se alarma José, usuario ocasional del taxi.

Pero los usuarios de estos barrios no son los únicos que cuestionan la nueva tarifa plana al aeropuerto. Desde las asociaciones del sector están profundamente descontentos con el hecho de que el Ayuntamiento haya actuado sin consultarles. "No pueden aprobar unas tarifas no demandadas por el sector", han llegado a afirmar.

Además, consideran que la tarifa plana es "disparatada" e "inasumible". "Va en contra de la lógica. Esto es crear las condiciones para que los usuarios se vayan a otros medios de transporte", han llegado a afirmar los representantes de las principales asociaciones profesionales.

Los profesionales del sector han tenido que preparar sus taxímetros para que a partir del martes reconozcan el destino y la tarifa fija a aplicar en cada caso. Además, de la actualización en otras tarifas como la bajada de bandera.

Esta se simplifica y se establecen solo dos: 2,40 euros de lunes a viernes en horario diurno (de 6 a 21 horas) y 2,90 en horario nocturno, fines de semana y festivos.

Este año no hay cambios en el precio del kilometraje para ninguna de las zonas ni en el de los suplementos, que se mantienen en 3 euros para los viajes con origen y destino en Ifema y en las estaciones de bus y ferrocarril.