Alrededor de quince personas pasarán la noche de Nochebuena encerradas en la Concatedral de Santa María de Mérida, en la protesta convocada por el Campamento Dignidad para reclamar el pago de la Renta Básica Extremeña.

Esta será la segunda noche que miembros del Campamento Dignidad pasen encerrados en la Concatedral de Santa María, desde que comenzara esta protesta sobre las 20,00 horas de este pasado lunes, y que está previsto que se prolongue hasta el día de Nochevieja.

Según ha explicado uno de los miembros de Campamento Dignidad, Ramón Carbonel, está previsto que a lo largo de la semana que dure este encierro participen unas 500 personas, en diversos grupos y turnos rotativos, ya que el espacio con el que cuentan es limitado y no hay sitio en el interior para todos.

Durante la noche permanecerán allí unas quince personas, que cuentan con un área habilitada por el párroco en una sala anexa a la concatedral, donde se han provisto de colchones y mantas para pasar la Nochebuena de la mejor manera posible.

Reparto de alimentos

Además del encierro, el Campamento Dignidad irá realizando otras actividades, como el reparto de alimentos que han protagonizado en la mañana de este martes a las puertas de la Concatedral, y en el que han repartido bolsas de víveres para unas sesenta familias sin recursos de la ciudad de Mérida.

En su intervención, Ramón Carbonel ha considerado "insultante" que "sólo" hayan percibido el importe correspondiente a la Renta Básica unas 300 personas, cuando la han solicitado "más de 17.000".

Carbonel ha recordado que el Gobierno extremeño había aprobado una partida de más de 13 millones de euros para el abono de la Renta Básica a las familias solicitantes, pero que "de momento sólo se han pagado 300.000 euros" y que el resto del dinero "no se sabe dónde está".

"El señor Monago se vanagloria de haber pagado tan sólo 300.000 euros, pero ya veremos si en época de elecciones se vanagloria de lo mismo, a ver si en época de elecciones paga sólo 300.000 euros", ha lamentado .

Con respecto al reparto de comida, ha agradecido tanto a los miembros del movimiento que han estado recolectando víveres en supermercados y grandes superficies como a los colegios de Mérida, que han contribuido con la donación de juguetes.

En este sentido, ha recordado que el Banco de Alimentos les ha negado el suministro de comida por considerarlos "un grupo que se dedica a la protesta", pero, en su opinión, sólo defienden la dignidad de la persona.

En relación a las próximas acciones previstas, Ramón Carbonell no ha querido avanzar ninguna, que irán anunciando "justo en el momento antes de que se vayan a producir".

"En esta ocasión el párroco ya había pedido permiso al Arzobispado incluso antes de que nosotros llegásemos aquí porque ya se lo había dicho la policía, así que ya no podemos adelantar nada de las próximas cosas que pensemos hacer", ha puntualizado.

En cuanto a la elección de la Concatedral como ubicación para realizar el encierro, ha explicado que se basa en que la Iglesia suele ser la primera en estar al lado de los más desfavorecidos y en ayudar a los pobres, y ha confesado que habían barajado otras opciones pero que les van "cerrando puertas por todos lados".

Por su parte, una de los miembros de una de las familias beneficiadas con el reparto de comida ha mostrado "una satisfacción muy grande" porque con la comida que les han facilitado ya tienen para pasar las Navidades.

"Yo soy madre soltera y tengo una niña de ocho meses y también está a mi cargo a mi sobrino, porque mi hermana no lo puede cuidar, así que aunque sea sólo un paquete de arroz con eso comemos", ha explicado.

Además, ha contado está en desempleo y que actualmente subsisten diez personas con la paga no contributiva de 320 euros que percibe su madre, por lo que todo lo que les dan les viene "muy bien".

La suya, ha dicho, es una de las familias que permanecen a la espera de la resolución de la solicitud de la renta básica.