El ex presidente del Gobierno y presidente de la fundación Faes, José María Aznar, ha irrumpido en medio de la tensión entre Madrid y Rabat por los últimos incidentes y bloqueos a camiones en la frontera, con una visita a Melilla.

Aznar ha aterrizó hacia las 10.30 horas en Melilla y se desplazó directamente a la frontera de Beni-Enzar, donde ha permaneció unos minutos, que dedicó a saludar a un mando de la Guardia Civil, tras lo cual se desplazó al centro de la ciudad, donde desayunó de manera informal con el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, presidente del PP regional.

Aznar, que acudió acompañado por su hijo Alonso, también fue acompañado en este desayuno por el diputado del PP por Melilla Antonio Gutiérrez. De manera oficial, el ex presidente fue recibido en el Palacio de la Asamblea por el presidente de la ciudad autónoma de Melilla, con quien mantuvo un encuentro en su despacho.

El ex presidente hizo numerosas declaraciones durante la visita, entre ellas algunas encaminadas a defender su presencia en Melilla, al asegurar que no estaba en la ciudad para "criticar a nadie". Sin embargo, Aznar tuvo duras palabras para la actual política del Gobierno.

José María Aznar pidió que se aplique en Melilla una política de "seriedad" y de "decisión" frente a la que, a su juicio, se desarrolla en la actualidad, que consiste en "una especie de paréntesis entre el acoso y la dejadez".

Un séquito de quince personas

Mientras se dirigía andando al Palacio de la Asamblea, rodeado por una quincena de personas entre acompañantes y personal de seguridad, algunos vecinos de Melilla le aplaudieron y se acercaron a saludarle.

El objetivo de la visita era "mostrar su apoyo a los melillenses y a las fuerzas de seguridad del Estado", en unos momentos complicados en la zona, según han explicado fuentes del PP. Aznar ha realizado esta visita en calidad de ex presidente del Gobierno.

La visita de Aznar se produce dos días después de que visitase Melilla el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons. El político 'popular' dijo el lunes desde la ciudad autónoma que la situación en la frontera de Melilla era de "máxima tensión". González Pons exigió al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que vaya a Melilla para "hablar antes" con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, especialmente con las policías, que "lo están pasando muy mal" por los ataques de los activistas.

Hacía referencia el vicesecretario de Comunicación del PP a los carteles que se pusieron en la frontera denigrando a las agentes españolas.

Críticas del Gobierno, apoyos del PP

La visita del ex presidente ha sido duramente criticada por el ministro de Fomento. José Blanco ha asegurado que se trata de "una muestra de deslealtad al Gobierno de España y a España". "Lo de Melilla se va a arreglar pese a González Pons, Rajoy y el que faltaba", decía el ministro en referencia a Aznar, al que criticó por no visitar Melilla en los ocho años que fue presidente.

Por su parte, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha calificado de "muy lógica" la visita de Aznar a Melilla y ha asegurado que "lo que realmente importa no es quién va sino quién no va". Cospedal ha explicado que Aznar comunicó a Rajoy, su "intención" de visitar la ciudad autónoma y ha negado que esta visita vaya a eclipsar el paréntesis vacacional del líder del PP.