Cada español destina 0,20 euros al día a pagar el consumo de agua, según un estudio de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) y la Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua a Poblaciones (AGA), que señala que el precio de un refresco equivale al consumo de agua de tres días.

Según este informe, las tarifas de agua, con un precio medio de 1,59 euros el metro cúbico, no cubren los costes de los servicios del agua urbana. El trabajo de AEAS/AGA, que refleja datos de 2012, cada español consume 122 litros de agua al día por los que paga 0,20 euros al día. Ante estos datos, estas asociaciones consideran que es necesario avanzar en el cumplimiento de la Directiva Marco del Agua en relación con la cobertura de costes y al principio de que quien contamina paga.

El estudio ha utilizado los datos de 224 sistemas de abastecimiento que prestan servicio en 505 municipios a casi 30 millones de habitantes. El precio del agua varía en función del consumo, por lo que se considera un usuario tipo para consumo doméstico y para consumo industrial.

De estos datos se deduce que los españoles pagan 1,59 euros por metro cúbico de agua para uso doméstico, de los que 0,92 euros corresponden al servicio de abastecimiento y 0,67 euros al de saneamiento (alcantarillado y depuración de aguas residuales), sin incluir IVA. Este precio por metro cúbico supone un 4,89 por ciento de aumento anual acumulado en relación con los resultados del anterior estudio, de 2010.

Así, con un metro cúbico de agua, que cuesta poco más de euro y medio, podemos ducharnos diariamente 3 semanas o darnos 7 baños o poner 50 veces el lavavajillas, o 20 veces la lavadora o también podríamos lavar el coche hasta 10 veces.

Asimismo, según el Instituto Nacional de Estadística, una familia española gasta una media de 0,78 por ciento de su presupuesto anual en el recibo del agua, frente al 3 por ciento que supone el gasto en teléfono o en electricidad.

Concretamente, cada habitante consume al día 122 litros de agua en el hogar, para lavarse, ducharse, fregar, tirar de la cadena, regar las plantas, etcétera, lo que supone 20 céntimos de euro, menos de lo que cuesta un litro de agua embotellada.

Por comunidades autónomas, Murcia, Cataluña y Baleares son las provincias con el precio por metro cúbico más alto, con 2,31; 2,15 y 2,10 euros por metro cúbico de agua frente a Melilla, Cantabria y Galicia, donde el precio por metro cúbico es de 0,80; 0,95 y 1,13 euros, respectivamente.

Las diferencias entre áreas geográficas obedecen a factores de disponibilidad, calidad, proximidad de los recursos hídricos, procesos, técnicas y costes necesarios para la potabilización y depuración del agua, pero también a la incorporación de los diferentes cánones autonómicos.

En comparación con otras ciudades, Bilbao paga 1,22 euros por metro cúbico frente a los 5,28 euros por metro cúbico de Glasgow (Reino Unido); los 4,69 euros por metro cúbico de La Haya (Países Bajos) o 4,63 euros por metro cúbico de Berlín (Alemania).

Por otro lado, en comparación con otros gastos comunes, un billete de metro (1,5 euros) equivale a 2,6 días de consumo de agua; 1 café a 2,2 días de consumo de agua; 1 periódico, a 2,2 días de consumo de agua o 1 barra de pan a 1,5 días de consumo de agua.

El sector aboga por subir precios

Por otro lado, el estudio refleja el descenso constante de litros consumidos por cada habitante y día, como resultado de la mayor eficiencia de los servicios, mayor concienciación ciudadana apoyada por las campañas divulgativas de los operadores, mejor equipamiento doméstico, facturación por usos segmentados y generalización de las tarifas progresivas, crecientes según bloques de mayor consumo.

Sin embargo, los firmantes del estudio señalan que la situación actual es "insostenible" a largo plazo porque la sociedad demanda mejora del servicio, requiere una cobertura total de la depuración de las aguas residuales y aumentan las exigencias europeas en materia ambiental y sanitaria.

En este contexto, insisten en que el ciudadano aplaude la necesidad de una gestión sostenible del servicio de agua, pero eso debería suponer que asuma un mayor esfuerzo económico porque aseguran que en España, las tarifas que pagan los usuarios no cubren los costes de los servicios de agua impidiendo hacer las necesarias inversiones en el patrimonio hídrico y de servicios hidráulicos y acuáticos.

Además, el sector advierte de nuevos impuestos que afectan al precio final y que no siempre revierten en estos servicios. El estudio observa analiza el precio que pagan los usuarios por el servicio del ciclo integral del agua, por tipo de servicio (abastecimiento y saneamiento) y por uso (doméstico e industrial).

En este contexto, el presidente de AEAS, Roque Gistau, el director general de AEAS, Fernando Morcillo y el director general de AGA, José Luis González Vallvé, han coincidido en que la factura familiar del agua se mantiene por debajo del IPC.

Para Gistau, España cuenta con servicios de agua de primera línea, "equiparables a los mejores del mundo" porque las empresas de abastecimiento y saneamiento españolas emplean las "mejores" tecnologías disponibles y avanzan "continuamente" hacia un mejor servicio al ciudadano. Por ello, insiste en que esto conlleva un "mayor esfuerzo económico que debe ser repercutido en el precio".

Por su parte, Vallvé ha destacado que es una "satisfacción" que los servicios de agua urbanos en España estén en los primeros ranking de calidad, precio, regularidad de suministro, mientras que Morcillo ha subrayado el "gran esfuerzo" realizado por la sociedad española en los últimos años para dotarse de infraestructuras de depuración de aguas residuales, asumiendo el ciudadano sus costes de operación. "Este avance supone un enorme salto de calidad logrado con incrementos de precios medios tan moderados que están por debajo del IPC", ha concluido.