Menos dinero para becas escolares de libros y comedor y también para centros privados de discapacitados. El presupuesto de la Generalitat para 2014 presentado este miércoles por el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, mete la tijera en destacadas partidas sociales: la de ayudas para libros de texto cae de 14 a 10 millones y la de comedor escolar pasa de 48,8 a 42 millones, mientras la financiación de plazas para discapacitados en centros privados desciende 7 millones respecto a 2013, hasta los 50,3 millones de euros.

La cara positiva de las cuentas autonómicas, que en total suben un 6,2%, hasta los 17.088 millones de euros, por el afloramiento de las facturas en los cajones y el plan de pago a proveedores del Gobierno, es la reanudación de las obras de los nuevos hospitales de Llíria y Gandia (reciben 14,32 millones), y la planeada finalización de la ampliación de la línea 5 del metro hasta Riba-roja (2,56 millones de euros).

Además, el Consell prevé poner en marcha el polémico aeropuerto sin aviones de Castellón en el primer semestre del año que viene y venderlo o privatizarlo, al igual que la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

El Gobierno valenciano anunció, además, un nuevo impuesto a los depósitos bancarios para recaudar 230 millones de euros. Asegura que lo pagarán las entidades financieras  y que actuará si estas lo repercuten en los impositores. Alberto Fabra se desmarca así de la rebaja fiscal de su homólogo madrileño, Ignacio González.

El escenario que dibuja la Generalitat para el año que viene en los presupuestos prevé que la tasa de paro descienda hasta situarse en el 28% en septiembre de 2014, frente al 29,1% del pasado mes de septiembre, y que, en esas mismas fechas, el Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunitat crezca un 0,8%, una estimación realizada por la Universitat de València en colaboración con la Conselleria de Economía, frente a la caída del 1,5% de un año antes. El sector exterior repuntará un 1,4%, calcula, por el alza de las exportaciones.