El Gobierno venezolano ha llamado a consultas a su embajador en Colombia, Pavel Rondón, para revisar en que estado se encuentran las relaciones entre ambas naciones, tras las declaraciones del presidente colombiano, Álvaro Uribe, en las que desautorizaba a Hugo Chávez como interlocutor ante la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para un intercambio de presos por rehenes.

Caracas ha actuado así "en razón de los recientes acontecimientos y con el fin de proceder a una evaluación exhaustiva de las relaciones bilaterales", explicó la Cancillería en un comunicado.

La fórmula de llamar a consultas es, en términos diplomáticos, una manifestación clara y explícita del desagrado que provoca la actuación o las declaraciones de un Gobierno.

Chávez se ha mostrado molesto con el presidente colombiano, Álvaro Uribe, desde que éste decidió poner fin a su mediación, lo que ha provocado una escalada de reproches entre ambos.

La decisión se tomó después de que Chávez, por la intercesión de la senadora colombiana Piedad Córdoba, hablara por teléfono con el comandante del Ejército de Colombia, el general Mario Montoya, a quien hizo preguntas sobre los secuestrados en poder de las FARC.

Uribe y Chávez habían acordado recientemente en Santiago de Chile, durante la Cumbre Iberoamericana, tratar el tema de los rehenes personalmente y sin utilizar otros canales de comunicación, explicó el Gobierno colombiano.

El gobierno de Colombia ha declarado que no llamará a consultas a su embajador en Venezuela, Fernando Marín. Así lo ha manifestó el canciller colombiano Araújo, y agregó que se le pedirá al embajador colombiano "que permanezca tranquilamente en Caracas"

Las FARC mantienen secuestrados a la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres estadounidenses, cinco ex congresistas, un ex gobernador y varios efectivos de las Fuerzas Armadas.