El consejero de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, se ha mostrado optimista respecto a la inversión de carácter medioambiental que debe acometer Endesa en la Central Térmica de Andorra (Teruel) para cumplir con el imperativo europeo, si quiere que su actividad no se limite a 17.500 horas entre 2016 y 2023.

Aliaga ha indicado que "las conversaciones que estamos manteniendo el Gobierno de Aragón, el Ministerio de Industria, la empresa y sindicatos apuntan a que se tomará esta decisión".

Ha añadido que el ministerio "tiene a la Central de Andorra como una de las térmicas clave en el mapa nacional y le asigna más de 6.000 gigavatios hora para 2014", para aseverar que "estoy convencido de que Endesa tomará esa decisión porque es la central más competitiva del sistema nacional y tiene garantizado carbón a precios competitivos".

Por otro lado, ha asegurado que "la decisión última no se toma en España, porque Endesa es una multinacional, así que vamos a esperar, porque quedan dos meses". El plazo para que la eléctrica comunique sus planes a la Comisión Europea expira el 31 de diciembre.

De no acometer las obras, la producción eléctrica de la planta se reduciría a 17.500 horas desde el 1 de enero de 2016 hasta, como muy tarde, el 31 de diciembre de 2023, cuando la industria debería cerrar.

Desde el Ayuntamiento de Andorra han manifestado que la dirección de Endesa comunicó que estaban negociando con Samca para suscribir contratos de suministro de carbón para los próximos quince años.

Los cambios que debería acometer Endesa tendrían un coste en torno a los 230 millones de euros, que podrían estar subvencionados en parte por el Plan del Carbón 2013-2018.