La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ampliará la Reserva de la Biosfera de Doñana hasta comprender todo el territorio que abarca Espacio Natural, lo que supondría la inclusión de los 14 municipios de la comarca en este programa que distingue a ecosistemas de gran valor por su capacidad de aunar la conservación de la biodiversidad y el desarrollo humano.

Según indicó el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, en una entrevista con Europa Press, con esta propuesta, el territorio de Doñana incluido en la Reserva de la Biosfera, la segunda de Andalucía, pasará de las 77.260 hectáreas actuales a unas 105.000. Hasta ahora, esta figura comprendía el Parque Nacional y las Zonas de Protección de la Ley del Parque Nacional de Doñana.

Para ello, apuntó Díaz Trillo, Medio Ambiente trabaja desde hace meses "codo con codo" con los 14 municipios integrados en el área de influencia del Espacio Natural de Doñana, ya que, la ampliación del territorio de la Reserva de la Biosfera supone la inclusión en la misma de todos los municipios de la comarca.

Tal y como explicó, esta iniciativa supondrá el incremento de zonas de excelencia en Doñana sin que varíen los niveles de protección, supondrá el acceso a mecanismos financieros vinculados a las Reservas de la Biosfera y la atracción de proyectos de promoción turística.

La zonificación de la Reserva de la Biosfera de Doñana sólo definió las Zonas Núcleo, las de mayor valor ambiental, que cuenta con más mecanismos de conservación, correspondiente al Parque Nacional) y Tampón (Preparques), que comprende las zonas de valor ambiental alto-medio donde la conservación convive con distintas actividades económicas, sin establecer Zona de Transición, con un valor ambiental medio en la que se asientan las poblaciones, infraestructuras y actividades económicas.

Pero, desde su declaración como Reserva de la Biosfera, se han producido varias ampliaciones y permutas en el Espacio Natural Protegido de Doñana, concretamente, la declaración del Parque Natural de Doñana en 1989 y la ampliación del Parque Natural y Nacional en 2005, que, junto a la aplicación de nuevas figuras de conservación y ordenación territorial como Zonas de Interés Comunitario (ZEC y ZEPA), Humedales Ramsar, II Plan de Desarrollo Sostenible de Doñana, y Plan de Ordenación del Territorio del Ámbito de Doñana (Potad), están generando "cierta disfuncionalidad entre ellas".

Las Red Mundial de las Reservas de la Biosfera son el instrumento de desarrollo del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MaB) de la Unesco y funciona como un instrumento integrador para la conservación de la diversidad biológica y el uso sostenible de los recursos. En la actualidad cuenta con 564 declaradas, distribuidas en 109 países.

El plan de la fresa,

Para septiembre

El consejero destacó que Doñana "ha acreditado un trabajo excelente en materia de conservación y desarrollo", que se ha visto reconocido por la renovación del diploma que reconoce la buena gestión del espacio natural por parte del Consejo de Europa para los próximos diez años.

Sin embargo, reconoció que la gestión del agua y la reordenación de los cultivos sigue siendo las "asignaturas pendientes" del enclave natural, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, a las que la Administración pretende hacerles frente con el Plan de Ordenación de Regadíos de la Corona Forestal de Doñana, conocido como Plan Especial de la Fresa, cuyo primer borrador saldrá a información pública el próximo mes de septiembre.

Tal y como explicó, este nuevo instrumento supondrá un "reajuste" de la superficie agrícola de Doñana, así como la corrección de algunas cuestiones relacionadas con la gestión del agua como el cierre de pozos ilegales, de los que hay identificados más de un millar y que son causantes de la sobreexplotación del acuífero Almonte-Marismas del que se nutre el espacio.

De este modo, señaló que el Plan "establecerá las hectáreas que se pueden regar y de dónde se puede extraer el agua", con la intención de que las aguas subterráneas que se captan en la actualidad sean sustituidas progresivamente por aguas superficiales, de manera que el acuífero "soporte una explotación natural".

No obstante, hizo hincapié en que Doñana "necesita tranquilidad", pues está "demasiado sometida a focos de atención y se la considera una especie de laboratorio". "El espacio es un gran campus de naturaleza, investigación, conservación y vida, pero también me gustaría que fuera un lugar de normalidad y tranquilidad", apuntó.