La Guardia Civil ratificó este martes ante el juez el atestado que redactó sobre el accidente de autocar ocurrido en Tornadizos (Ávila) en el que murieron nueve personas. En ese informe figura que el conductor, R.G.S., les dijo que pudo haberse dormido, aunque Miguel Bernal, abogado del acusado lo niega: "Mi defendido declaró en sede judicial —el día del accidente— que no había dicho a los agentes que se había dormido". También añadió que no dio cabezadas, a pesar de lo que aseguró en primera instancia.

Según explicó a la salida de la sesión Óscar Barrios, el fiscal que ha asistido a las declaraciones por separado de los agentes, los tres "se han ratificado en el atestado" redactado el pasado 8 de julio tras el accidente, sin desvelar más detalles de su testimonio. Respecto a si el contenido global de la declaración de los agentes había arrojado algo más de luz sobre el caso, el fiscal añadió que su testimonio "ha aportado cosas nuevas", aunque "más de lo que se supiera, no".

El juez está ahora a la espera de lo que determine el informe técnico que según señaló ayer el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, posiblemente estará terminado en septiembre, incorporándose así a una instrucción que el fiscal espera que esté concluida "en otoño".

Respecto al estado de R.G.S., de 54 años, su abogado afirmó que "está muy abatido y tampoco en una situación como para ahondar sobre un drama que le afecta a muchísima gente y también le afecta a él".

A partir de este miércoles será el turno para las declaraciones de cuatro de las 22 personas que resultaron heridas. El jueves están citados también como testigos otros seis pasajeros y dos técnicos de Cevesa, la empresa del autobús siniestrado. El turno de declaraciones se cerrará el viernes, cuando acudirán a declarar otros cinco pasajeros del autobús, ya que otros tres que han sido llamados han solicitado al Juzgado un cambio de fecha por no estar aún en condiciones adecuadas de salud para hacerlo.

En el proceso se han personado hasta el momento el conductor, la compañía aseguradora del autobús y otras siete personas más entre las que figuran familiares de los nueve fallecidos en el accidente y varios pasajeros.