Dos vecinas de la parroquia viguesa de Coruxo, donde se ubica la depuradora de Vigo, declararon hoy en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 1 de la ciudad y explicaron al juez que su día a día es un "sinvivir" debido a los problemas derivados de los olores y gases que emanan de la estructura.

Estas declaraciones forman parte de las diligencias previas con motivo del recurso interpuesto por los vecinos contra la actual depuradora, quienes reclaman que se aplique el reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas que señala una distancia de 2.000 metros de las viviendas.

Así lo explicó a Europa Press, Rita Campos, una de las vecinas que acudió a declarar y cuya vivienda, ubicada antes que se construyese la estructura, linda con la depuradora. Campos aseguró que lleva 12 años padeciendo "las 24 horas del día" problemas de malos olores y gases.

"No podemos coger fruta de los árboles porque no la han analizado, tengo un pozo y no podemos beber de él porque no sabemos cómo está el agua", explicó, al tiempo que insistió que "cuando se pone la ropa a secar huele y cuando se plancha es peor".

Campos aseguró que los vecinos, cuyas viviendas estaban en la zona antes de que se instalara la depuradora, padecen este "cúmulo de despropósitos" cada día y recordó que a pesar de que "se pagan los impuestos" no pueden disfrutar de la misma calidad de vida que el resto de ciudadanos.

"Tenemos nuestros derechos", aseveró, al tiempo que se mostró confiada en que este recurso sirva para mejorar la situación en que viven los habitantes de la parroquia viguesa en la que ella reside desde siempre.

Los vecinos han presentado un total de tres recursos, uno contra la actual estructura, por el que hoy se realizaron estas declaraciones; otro en contra de la macrodepuradora proyectada en la zona (que sustituirá a la actual), y también han interpuesto medidas contra un recinto industrial previsto en la zona.

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