El presidente de la Xunta y líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha dado a entender este miércoles que no acudirá a la Cámara autonómica para dar explicaciones sobre la supuesta financiación irregular en su partido como exige la oposición al afirmar que se sentirá "plenamente representado" por lo que diga sobre este asunto su jefe de filas, Mariano Rajoy, el próximo 1 de agosto.

"Me sentiré plenamente representado por el presidente de mi partido, que comparecerá el 1 de agosto", ha sentenciado, en la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta, en la que también ha subrayado que, tras publicar 'El País' el contenido de un informe que apuntaba a donaciones opacas de empresas al PP gallego en 2006, "los propios aludidos desmintieron la información".

Tras remitirse a los desmentidos de las firmas y al sumario abierto por la Justicia española, el jefe de filas del PPdeG ha insistido en que se siente "representado" por el presidente del Gobierno y ha advertido que si la oposición gallega "no lo está" por sus líderes estatales será "un problema de comunicación interna".

También ha recordado que en la pasada legislatura la oposición pidió su presencia en verano en O Hórreo "cuatro veces en cuatro años" y que ahora van "seis peticiones en el mes de julio". "O antes trabajaban poco o lo de ahora es desproporcionado", ha reflexionado.

Aunque la Diputación Permanente se reunirá el próximo viernes para tomar la decisión formal, el portavoz parlamentario del PPdeG, Pedro Puy, ya había afirmado en la pasada jornada que "no concurren" los mismos motivos para que Feijóo protagonice en la Cámara autonómica una comparecencia similar a la de su homólogo estatal.

En la misma línea, tras la reunión semanal de su Ejecutivo de la semana pasada y preguntado por la misma cuestión, explicitó que estará dispuesto a responder a las preguntas que sus rivales políticos consideren oportunos "a partir del primer pleno de septiembre", cuando se inicie el nuevo periodo de sesiones.

Decisión meditada

Por otra parte, ha defendido que la decisión de Mariano Rajoy de comparecer el próximo 1 de agosto es "meditada" y evidencia la "precipitación" de la oposición. En concreto, ha aludido a la moción de censura que propuso el PSOE, a su entender "precipitada" y la "primera ocurrencia de alguien con dificultades en su propio partido".

Por último, ha insistido en que la "legítima" estrategia de defensa del extesorero popular Luis Bárcenas "no puede marcar la agenda" ni del Gobierno de España ni de ejecutivos autonómicos como el que él dirige.