Según la Subdelegación del Gobierno, el hombre fue detenido el pasado jueves por miembros del Servicio de Atención a la Familia de la Policía Nacional y tras pasar dos días en los calabozos de la comisaría, el domingo declaró ante el titular del Juzgado de Guardia número 3, quien decretó su ingreso en prisión.

El arrestado, que trabaja como camarero, acudió a la Policía tras saber que su mujer, I.P., se disponía a denunciarlo por amenazas de muerte. Al parecer, esas presuntas amenazas se produjeron cuando ella le dijo que quería separarse.

No obstante, los testimonios de dos hijas de la pareja, de 9 y 10 años, fueron claves para su imputación en un presunto caso de pederastia. La madre contó que fueron las niñas las que contaron que su padre les ponía vídeos de contenido pornográfico.

Otra versión 

Distinta versión dio su hija mayor. La adolescente negó ante los periodistas las acusaciones contra su padre, y aclaró que no ha interpuesto denuncia alguna contra él.

"Mi padre nunca me ha tocado, y antes de abusar de una niña pequeña abusaría de mí, que soy mayor", ha señalado esta menor, que ha argumentado que tanto ella como sus hermanastras pequeñas han mantenido siempre con él una buena relación.

También ha dicho que, aunque ahora no la quiere "mirar a la cara", siempre ha tenido una buena relación con la actual mujer de su padre, que fue la que destapó el presunto caso de pederastia tras las declaraciones de las dos hijas menores.

El padre del detenido también ha negado las acusaciones y ha dicho que la mujer de su hijo quería separarse y que él es incapaz de hacer algo como lo que se le imputa.

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