Sousa asegura que no recibirá indemnización ni tendrá derecho a paro tras dimitir en Pescanova

La firma deberá designar un nuevo presidente vinculado a su consejo de administración, según sus estatutos
Manuel Fernández de Sousa
Manuel Fernández de Sousa
EUROPA PRESS
Manuel Fernández de Sousa

El expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, ha asegurado que no recibirá indemnización alguna ni tendrá derecho a paro, al no tener cláusula de blindaje "de ningún tipo", después de 37 años al servicio de la compañía gallega, en la que, según señala, dejó de percibir su sueldo hace dos meses.

"La administración concursal decidió dejar de abonarme mi sueldo como presidente ejecutivo de la sociedad, que ya no percibo desde hace dos meses, no habiendo percibido tampoco indemnización alguna por resolución de contrato ni derecho a Fogasa, desempleo, etc., al no tener cláusula de blindaje de ningún tipo, después de 37 años al servicio laboral de Pescanova", señaló Fernández de Sousa en su carta de renuncia a la que tuvo acceso Europa Press.

Pese a ello, según ha señalado, ha seguido acudiendo regularmente a las oficinas de la compañía, con el fin de aportar su ayuda en lo que fuera necesario para los nuevos administradores y colaborar con KPMG en la investigación forense.

Asimismo, Fernández de Sousa ha afirmado que su dimisión no le impide reiterar su disposición a ayudar en lo que pueda a los actuales o futuros administradores, si en alguna circunstancia su conocimiento de la actividad de la empresa sirviera de algo.

"No deseo que mi permanencia en la presidencia de Pescanova pueda suponer un obstáculo para la administración concursal de cara a las negociaciones que han de llevar a cabo con los acreedores del concurso", indica en la misiva.

Kpmg podria hacer el plan de viabilidad

En la carta asegura además que fue el mismo el que decidió el pasado 4 de abril que la compañía solicitara el concurso de acreedores y el que decidió contratar "con carácter inmediato" la auditoría forense de KPMG con el fin de que, "sin restricción alguna", ayudara a obtener un "cuadro exacto" de la situación de la compañía.

"Este informe es fruto de un ejercicio de transparencia que yo promoví y con el que todos los directivos de la compañía han venido colaborando durante los tres meses de trabajos de auditoría forense", ha señalado.

Fuentes conocedoras de la situación de Pescanova no descartan que sea KPMG la empresa auditora que se encargue también de elaborar el plan de viabilidad de Pescanova para evitar su liquidación, teniendo en cuenta que ha sido la responsable de 'destripar' la empresa con su auditoria forense. "La lógica apunta a que sea KPMG la que redacte el plan de viabilidad", señalaron las mismas fuentes.

Fernández de Sousa prestó 9,3 millones de euros a la compañía, a un interés del 5% anual, de los más de 32 millones que se embolsó con la venta a espaldas del mercado de acciones representativas del 6,9% de la firma entre diciembre y febrero, una operación que redujo prácticamente a la mitad su participación en la empresa, en la que posee un 7,5%.

Jose carceller,

Posible aspirante a la presidencia.

Pescanova deberá designar a su nuevo presidente entre los miembros del consejo de administración, tras la dimisión de su anterior gestor, Manuel Fernández de Sousa, quien continúa, no obstante, como consejero, según recogen los estatutos de la firma gallega.

"El consejo de administración designará, de su seno, a quien ha de ejercer las funciones de presidente, designará un secretario, cargo que podrá recaer en persona no consejera; podrá regular su propio funcionamiento; aceptará la dimisión de los consejeros y podrá designar, de su seno, una comisión ejecutiva y uno o varios consejeros delegados", señalan los estatutos.

De esta forma, el consejero de Damm, José Carceller, podría ser uno de los aspirantes a ocupar la presidencia de la firma gallega, puesto para el que ya se postuló en el consejo de administración de ayer.

La cervecera catalana, que ostenta una participación del 6,2% de la firma gallega, ha reiterado en diversas ocasiones, antes de la dimisión de Fernández de Sousa, que no se planteaba mayor peso en Pescanova, ni tampoco que existiera un pacto con la alemana Dr.Oetker, que a su vez tiene un 25,016% de la catalana, para tomar el control de la compañía gallega.

Será la junta general de accionistas del próximo 12 de septiembre la que elija con toda probabilidad un nuevo consejo de administración, del que salga un nuevo presidente, según explicó ayer el propio Fernández de Sousa.

"Corresponde a la junta general de accionistas la designación de las personas, sean o no accionistas, que habrán de regir, administrar y representar a la compañía como órgano permanente. Los designados constituirán un consejo de administración integrado por un número de miembros no inferior a tres ni superior a quince", recogen los estatutos.

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