La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, ha comunicado esta mañana las autorizaciones para el uso de las dos primeras parcelas de los huertos sociales de la zona del Campillo, que han sido concedidas al Área de Familia y Política Social del Ayuntamiento de Logroño y va destinado a los usuarios de los programas que trabajan con personas sin hogar y con menores.

Se trata de dos parcelas de 250 metros cuadrados cada una, que están preparadas para que los adjudicatarios puedan empezar a trabajar ya la tierra. Las condiciones de uso son las mismas que en los huertos urbanos, en cuyas dos fases funcionan 150 huertos (68 en 2012 y 82 en 2013).

Cuca Gamarra ha manifestado su satisfacción porque esta nueva adjudicación supone un "importante avance" en el proyecto de implantar huertos para el uso de los logroñeses dentro de un entorno urbano.

Además, en el caso de los huertos sociales, "se avanza en la inclusión e integración social, ya que los beneficiarios mejorarán sus hábitos y capacidades sociales, se responsabilizarán de su tarea y serán capaces de resolver conflictos y mejorar sus relaciones, además de procurar una ocupación sana del ocio y del tiempo libre de unas personas que, en general, carecen de ocupación laboral y mantienen aislamiento social".

Las dos primeras fases de huertos urbanos iban dirigidas al público en general, mientras que los huertos sociales van destinados a personas con problemas de exclusión social que están incluidos en programas de la Unidad de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Logroño.

Los adjudicatarios de los proyectos de atención a personas sin hogar son el Proyecto de larga estancia del Centro Municipal de Acogida y el Proyecto Alasca, gestionado por la Cocina Económica. Los adjudicatarios de los proyectos de intervención socioeducativa con menores son los que trabajan en tres zonas de Logroño: San José y Madre de Dios; el Casco Antiguo; y las zonas centro-sur y oeste.

CONCESIÓN.

Respecto a los huertos urbanos, además de los destinatarios, también varía la forma de concesión. En el caso de los huertos urbanos, se realizó por concesión administrativa en libre concurrencia tras un sorteo, mientras que los huertos sociales se conceden por resolución de Alcaldía a colectivos o programas que trabajan con personas en riesgo de exclusión social.

Los adjudicatarios de los huertos sociales se encargarán de la adecuada conservación y mantenimiento de las instalaciones; asumirán los gastos de mantenimiento, como la limpieza del huerto, la reposición de los elementos de cierre de accesos, la reparación de los elementos que separen los huertos, reparación de sistemas de riego, adquisición de productos para el mantenimiento de la tierra y otros gastos ordinarios.

Cada una de las parcelas tiene 250 metros cuadrados y están delimitadas en sus esquinas por hitos y disponen de acometida individual de riego. El sistema de riego se nutre de agua proveniente de un pozo existente en la misma finca. Además, el terreno dispone de fuentes de agua potable, una zona estancial y una zona de vertido para compostaje.

Programas con personas sin hogar y con menores.

Los beneficiarios de estos primeros huertos sociales serán usuarios de programas del Ayuntamiento de Logroño que trabajan con personas sin hogar y con menores. Entre los primeros están los usuarios del programa de larga estancia en el Centro Municipal de Acogida, que dispone de 49 plazas de alojamiento y que en 2012 atendió a 273 personas.

El Centro de atención a personas en riesgo o exclusión social, conocido como 'Proyecto Alasca', atendió en 2012 a 301 personas sin hogar y desarrolla un trabajo de acompañamiento y recuperación personal y social.

La intervención socioeducativa con menores en dificultad social se desarrolla en los Centros de Servicios Sociales y consiste en la detección de problemas, intervención preventiva de factores de riesgo y trabajo con grupos de menores en calle. En 2012 se trabajo con 959 menores entre 3 y 18 años.

Respeto al medio ambiente.

El objetivo de este proyecto municipal es ampliar la oferta de huertos urbanos, abriendo la participación a personas en situación de exclusión social. Con los huertos urbanos se dota la ciudad de un espacio donde se dé la convivencia social en torno al cultivo individual de pequeñas parcelas, donde se obtiene una pequeña producción de hortalizas y plantas ornamentales, utilizando técnicas respetuosas con el medio ambiente.

En estos huertos se promueve el cultivo de agricultura ecológica y sólo se pueden cultivar productos hortícolas y ornamentales habituales en las huertas domésticas de la zona. Además, los cultivos son para autoconsumo de los usuarios, nunca para la venta.