El Tesoro Público español ha colocado este jueves 4.714 millones de euros, por encima del importe previsto, en una emisión de bonos con vencimiento en 2016 y 2018 y de obligaciones en 2023, con una reducción del interés en las dos últimas denominaciones.

De estos 4.714 millones de euros, la mayor parte, 2.042,8 millones de euros se han adjudicado en bonos a cinco años, con una rentabilidad del 3,286%, por debajo del 3,58% anterior, mientras que otros 1.380,7 millones se han colocado en bonos a tres años, a un interés del 2,81%, y otros 1.290,4 millones, en obligaciones a diez años, al 4,632%, inferior al 4,92% precedente, siendo además la menor cuantía desde 2010.

La ratio de cobertura, que es la proporción entre la demanda de las entidades y el importe finalmente adjudicado ha sido bastante elevado, de 2,6 veces, ya que las solicitudes han alcanzado los 12.398,6 millones de euros.

Los analistas ya esperaban que la subasta de este jueves se saldase de forma positiva gracias a la abundancia de liquidez procedente de Japón, que durante los últimos días ha impulsado las compras de deuda soberana europea.

Y ello, a pesar de las últimas tensiones que ha vivido el mercado a raíz de la crisis de Chipre, la oposición del Tribunal Constitucional portugués a algunas de las reformas exigidas por Europa y los problemas de gobernabilidad de Italia.

No obstante, tras la subasta, la prima de riesgo española se reducía hasta los 338 puntos básicos.

La subasta de este jueves es la segunda que celebra el Tesoro esta semana, ya que el martes logró adjudicar 5.068 millones de euros en letras a seis y doce meses al interés más bajo de los tres últimos años.

El importe captado en esta ocasión, 4.714 millones de euros, está por encima del importe máximo que se había previsto, de 4.500 millones de euros.