La exintegrante del consejo de administración de la CAM Natalia Caballé ha asegurado este lunes que no conocían "nada" de las inspecciones del Banco de España, y ha destacado que si hubieran sido conscientes de las recomendaciones del banco central "nos hubieran saltado las alarmas".

Natalia Caballé, que ha comparecido este lunes en la comisión de investigación sobre la CAM en las Corts Valencianes, es licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales, Master en Dirección y Administración de Empresas y Licenciada en Bellas Artes.

Ha explicado que formó parte del consejo de administración de la CAM entre febrero de 2007 y enero de 2010, y que entró por la lista de la Generalitat, a propuesta del PSPV. Cree que la eligieron por ser mujer —"para cumplir las cuotas"— por su "relativa juventud" y porque trabaja en una empresa familiar hotelera de Benidorm (Alicante) que es "representativa del sector turístico".

Caballé ha destacado que le pareció una propuesta "razonable" y aceptó como "independiente", porque nunca ha estado afiliada a ningún partido político. Preguntada por los grupos parlamentarios por el proceso de renovación del año 2007, ha explicado que fue "convulso". Al respecto, ha indicado que acababa de llegar a la CAM y le sorprendió la situación, de la que se enteraba "por lo que salía en prensa".

"todo parecía que estaba muy bien"

La exvocal de la CAM, que fue secretaria de la comisión de inversiones, ha indicado que las reuniones de este órgano se celebraban el mismo día que los consejos de administración por la mañana y que eran básicamente "informativas". "Por la forma en que te presentaban las inversiones, todo parecía que estaba muy bien", ha resaltado.

Natalia Caballé ha asegurado que le sorprendieron las inversiones inmobiliarias en México y preguntó al respecto. Sin embargo, ha señalado: "te lo ponían todo tan bien y de que iba a funcionar tan bien, que no podías decir que no". "No tenías suficiente fuerza o suficientes conocimientos como para pensar que no iba a funcionar", ha manifestado.

Del mismo modo, ha hecho hincapié en que "es más fácil ver las cosas a toro pasado", ya que "en ese momento había muchas cosas que no se apreciaban". Así, ha destacado que "todo tenía apariencia de estar muy estudiado, muy normalizado y de ser muy racional".

"La forma la cubríamos, a lo que no llegábamos era al fondo", ha comentado la exconsejera de la CAM, quien ha resaltado que confiaban en "las personas que estaban en el día a día, y te presentaban informes que se suponía que estaban avalados por auditores e inspectores del Banco de España".

Caballé ha explicado que en Gesfimed se reunían dos veces al año después del consejo de administración. La diputada de Compromís Mireia Mollà ha denunciado que en esta participada pasaron de cobrar 16.400 euros en dietas a 20.000 euros, a lo que la exconsejera ha respondido que "a lo que iba a cobrar o no iba a cobrar no le daba importancia".

Por otro lado, ha indicado que no recuerda "nada" de las inspecciones del Banco de España. "Si hubiéramos sido conscientes de recomendaciones del Banco de España, las inquietudes e inseguridades que tenía en el tema de inversiones inmobiliarias se me habrían afianzado más, pero decían que todo estaba correctamente", ha subrayado Caballé, quien considera que si hubieran sido conscientes de escrito del banco central "nos hubieran saltado las alarmas".

Cuotas participativas

Respecto a las cuotas participativas, ha comentado que fue un tema que les "preocupaba" porque era algo "fuera de lo normal" y, por lo tanto, hubo "parte en contra y otra a favor". Sin embargo, ha indicado que a la hora de votar "todos estaban aparentemente a favor", excepto los sindicatos. "Estábamos confiados en que todas esas propuestas estaban avaladas por el Banco de España y por especialistas", ha manifestado.

Por otro lado, ha resaltado que nunca se vio en la situación de tener que "obedecer" y, aunque escuchaba las diversas opiniones, "jamás" se sintió "obligada a votar en un sentido o en otro". "Me sentía independiente", ha dicho.

No obstante, ha indicado que, en general, "cada persona tenía que tener un color, o venías de aquí o de allá" y, en este sentido, ha apuntado que incluso los representantes de los impositores "llevaban una camiseta u otra".