La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada acoge este lunes el juicio contra un hombre, de iniciales M.R.F., de 49 años, acusado de apuñalar por la espalda a su expareja, a la que no podía acercarse por orden judicial, cuando la vio con otro hombre en el interior de un bar en Jaén, hechos por los que se enfrenta a una petición fiscal de seis años de prisión.

Se le atribuye un delito de lesiones, y otro de quebrantamiento, por los que, además de a una condena de cárcel, hace frente a la prohibición de aproximarse a su víctima a una distancia no menor a 200 metros por un periodo de seis años, a contar desde diciembre de 2013, fecha de cese de la orden de alejamiento que tiene en vigor. Asimismo, la Fiscalía de Granada solicita para él al pago de una indemnización a su ex de un total de 1.450 euros, por las lesiones y las secuelas sufridas, y al pago de las costas judiciales.

Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, sobre las 5,00 horas del pasado 5 de marzo de 2011 el acusado se desplazó desde la localidad granadina de Albolote hasta Jaén con el fin de localizar a su expareja sentimental, que por teléfono le había informado de que se encontraba en el interior de un bar de la ciudad, donde estaba pasando el fin de semana.

Al verla en compañía de otro hombre, el inculpado se dirigió hacia ella con intención de agredirla y, aprovechando que estaba de espaldas y no podía percatarse ni defenderse, sacó de su bolsillo una navaja con una hoja de seis centímetros de longitud y se la clavó hasta en cuatro ocasiones, primero en la espalda, y seguidamente en la mejilla izquierda, en la zona costal, y en el hemitórax. Tras la agresión, por la que la mujer cayó al suelo, el inculpado salió huyendo.

A consecuencia de lo ocurrido, la víctima sufrió una herida en la mejilla, heridas superficiales erosivas lineales en la zona costal inferior de hemitórax izquierdo y dorsolumbar derecha, y otras heridas por las que precisó varios puntos de sutura.

En la fecha de los hechos, el acusado tenía en vigor la pena de alejamiento e incomunicación respecto a su expareja —la agredida— impuesta por sentencia firme por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 de Granada, hasta el mes de diciembre de 2013.