Una prótesis cerebral podría hacer que las extremidades artificiales sintieran el tacto

  • Un detector de infrarrojos conectado a electrodos procesa la información del sentido del tacto al detectar la luz como una sensación de contacto.
  • Los tetrapléjicos podrían sentir la textura de los objetos colocados en sus manos.
  • Crearán un exoesqueleto "sensitivo" para estrenarlo en la ceremonia inaugural de la Copa Mundial de Fútbol en junio de 2014.
La imagen de 'scanner' muestra la actividad cerebral.
La imagen de 'scanner' muestra la actividad cerebral.
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La imagen de 'scanner' muestra la actividad cerebral.

Uno de los principales defectos de las prótesis que sustituyen la falta de una extremidad es que los pacientes no pueden sentir la textura de lo que tocan. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Duke (EE UU) ha desarrollado prótesis cerebrales que consiguen que las extremidades artificiales tengan sentido del tacto.

El neurobiólogo de Duke Miguel Nicolelis y su equipo han provisto a un grupo de ratas con un detector de infrarrojos conectado a electrodos implantados en la parte del cerebro de los animales que procesa la información relacionada con el sentido del tacto al detectar la luz como una sensación de contacto. Así, las señales de los infrarrojos podrían crear sentido del tacto en extremidades artificiales.

Su objetivo es dar a los tetrapléjicos no sólo la capacidad de mover de nuevo sus miembros, sino también sentir la textura de los objetos colocados en sus manos o experimentar los matices del terreno bajo sus pies.

Prótesis neuronales en pacientes humanos

Sus trabajos de laboratorio muestran cómo se conectan las células cerebrales con electrodos externos para las interfaces cerebro-máquina y prótesis neuronales en pacientes humanos y los primates no humanos, dándoles la capacidad de controlar las extremidades, tanto reales como virtuales, usando sólo sus mentes.

Nicolelis y su equipo han demostrado que los monos, sin mover ninguna parte de su cuerpo real, podrían utilizar la actividad eléctrica del cerebro para guiar las manos virtuales en contacto con objetos virtuales y reconocer sus texturas simuladas.

Su último estudio, publicado en Nature Communications, demuestra que las cortezas de las ratas responden tanto al sentido del tacto simulado creado por los sensores de luz infrarroja como al tacto del bigote, como si la corteza se estuviera dividiendo de forma pareja para que las células del cerebro procesaran ambos tipos de información.

Nicolelis y su equipo han realizado un trabajo de interfaz cerebro-máquina como parte de un esfuerzo internacional de construcción de un exoesqueleto de cuerpo entero que podría ayudar a personas con parálisis a recuperar las capacidades motoras y sensoriales con la actividad cerebral para controlar el aparato. Estos investigadores esperan utilizar el exoesqueleto en la ceremonia inaugural de la Copa Mundial de Fútbol en junio de 2014.

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