El presidente del CDS, Bartomeu Cañellas, ha reconocido que tras la creación de la Lliga Regionalista se ha producido una fuga de afiliados a este partido, si bien ha precisado que la salida de algunas de estas personas ha tenido un "efecto boomerang" que ha provocado que otras se hayan adherido a esta formación política.

Concretamente, han abandonado el CDS cuatro afiliados del comité de Marratxí (los cuales tan solo formaron parte del partido 24 días); uno de Palma; uno de Llucmajor; y el comité local de Alaró que estaba formado por tres personas de la misma familia. No obstante, el político ha señalado que, tras la salida de la responsable del comité de Llucmajor, alrededor de una quincena de personas se sumaron al partido.

El presidente del CDS, integrado por más de cien afiliados, ha dicho en una rueda de prensa que la Lliga Regionalista de Jaume Font se puso en contacto con esta formación para conversar de cara a posibles acuerdos. No obstante, rápidamente llegaron a la conclusión de que defendían proyectos políticos dispares, ha asegurado.

Así, ha matizado que el CDS cree en un modelo de Estado estatal y federal "simétrico" en el que cada una de las federaciones ha de tener los mismos derechos, obligaciones y sistema de financiación. Por ello, ha subrayado que su ideario no se ajusta al del regionalismo ni nacionalismo.

Cañellas ha enfatizado que el CDS pretende "abrir las puertas de las instituciones" para que "entren aires de renovación" y "personas con un pasado limpio, honesto y con ganas de trabajar por los ciudadanos". Asimismo, ha subrayado que esta formación "siempre ha sido, es y será el verdadero centro democrático".

El líder de esta formación ha afirmado que el CDS es "un partido con una gran historia y con cada vez más presencia en las islas". En este sentido, ha apuntado que ya tienen aseguradas las candidaturas para las próximas elecciones en los municipios de Palma, Marratxí, Llucmajor, Calvià y Manacor, al tiempo que están en conversaciones con otras localidades.