Un total de 89.223 conductores de Castilla y León ha sido sancionado durante 2012, a falta de computar los datos del mes de diciembre, y han perdido 274.752 puntos de sus carnés de conducir.

En el 60 por ciento de los casos se procedió a la sanción por conducir a una velocidad por encima del límite máximo marcado, y luego en menor medida por ir hablando por el móvil sin dispositivos legales, ir sin cinturón o superar las tasas de alcohol permitidas.

Estos datos los ha dado a conocer el delegado del Gobierno de Castilla y León, Ramiro Ruiz Medrano, durante su visita a las instalaciones del Centro Superior de Educación Vial de la Dirección General de Tráfico, que tiene su sede en Salamanca.

En este acto ha estado acompañado por diferentes autoridades como la directora del centro, Violeta Manso, el delegado de la Junta en Salamanca, Bienvenido Mena, el alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco, y el subdelegado del Gobierno, Javier Galán, entre otros.

Ruiz Medrano ha valorado que durante 2012 se ha continuado con la tendencia bajista en el número de fallecidos por accidente de tráfico en las carreteras de Castilla y León, pasando de los 152 de 2011 a los 127 del pasado año, un 19,6 por ciento menos.

Estas cifras han sufrido una reducción "importantísima" respecto a la década pasada, el delegado del Gobierno ha puesto como ejemplo que el número de muertes en carretera de 2003 fue de 414.

Respecto a los fallecidos en los últimos doce meses, Ruiz Medrano ha indicado que el 72 por ciento eran hombres y principalmente se causaron por salida de la vía (38 por ciento). El 34 por ciento del total no llevaba cinturón de seguridad puesto, que, según un estudio, de haberlo llevado se podría haber reducido la cifra de casos en 13 personas.

En cuanto a los siete menores que perdieron la vida entre los 127 fallecidos, cuatro de ellos no viajaban con el cinturón o con los sistemas de seguridad que exige la legislación vigente, un hecho que es "responsabilidad" de los padres o acompañantes.