El Ayuntamiento de San Sebastián ha retirado esta madrugada, coincidiendo con la bajamar, la ballena que había quedado varada en la playa de la Concha y que falleció al mediodía del jueves. En estos momentos, el Consistorio está "agilizando las gestiones" para el traslado del cetáceo al Museo del Calamar Gigante de Luarca (Asturias).

La ballena que fue avistada el miércoles en la costa de San Sebastián y apareció varada el jueves en la Concha. El cetáceo, que no presentaba heridas externas, se encontraba en las proximidades del Pico del Loro, custodiado por agentes de la Policía Municipal, que mantuvieron acordonada hasta que el Ayuntamiento determinó la forma en que sería retirado.

El concejal accidental de Protección Civil, Jabi Vitoria, además del concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran, acompañados del responsable del Bienestar de los Animales y Salud Pública del Ayuntamiento, José Manuel Etxaniz, de Mantenimiento, Aitor Basurto y el de Protección Civil, Txetxu Mendizabal acudieron al lugar.

Tras activar el protocolo, el Ayuntamiento decidió llevar a cabo la operación mediante dos grúas de gran tonelaje, con las que se ha movido al cetáceo hasta un camión para que sea trasladado.

El Consistorio ha barajado dos opciones de destino del cadáver del animal. La primera de ellas sería enterrarlo en una parcela municipal, o como segunda opción, trasladarlo a Asturias, donde el Museo del Calamar Gigante de Luarca ha mostrado su interés por hacerse con el animal. La dificultad para llevarlo a Asturias estriba en conseguir los permisos pertinentes, aunque el Gobierno municipal de Bildu está "agilizando los trámites".

Se trata de un ejemplar de rorcual común, también conocido como ballena de aleta, la segunda ballena más grande del planeta después de la azul que puede llegar hasta los 27 metros de longitud.

El 26 de agosto del pasado 2011, un cachalote de unos 15 metros de longitud fue localizado también sin vida en la playa guipuzcoana de Zarautz.