El informe de Novacaixagalicia sobre la economía gallega en 2011 concluye que la desaceleración se consolidó en lo que va de 2012 y el director del estudio, el catedrático Alberto Meixide, ha indicado que los datos no hacen prever un crecimiento "a corto plazo", aunque sí auguran que el producto interior bruto (PIB) de Galicia cerrará este año con una caída unas décimas inferior a la que registrará España.

Durante la presentación del informe anual que la caja gallega elabora sobre la marcha de la economía en la comunidad —el actual es el vigésimo sexto—, Meixide ha explicado que, conocidos los datos de la evolución del PIB gallego en el primer semestre del año, que fueron "algo menos malos" que los de España, y los de la encuesta de población activa (EPA) de los tres primeros trimestres, la previsión es que Galicia cierre el año en negativo, pero "con un diferencial positivo, entre comillas", de unas décimas respecto al conjunto del Estado.

De este modo, ha dicho, si se cumplen las previsiones de que la economía española caiga un 1,5% en 2012, la gallega terminará el año con una contracción de entre el 1,2% y el 1,4%, lo que, "en un momento tan difícil, no es una diferencia cualitativa".

Respecto a las previsiones para 2013, ha apuntado a la dependencia de la economía española y gallega de la evolución y las decisiones que se tomen en la Unión Europea. En cualquier caso, ha señalado que los estudios auguran decrecimientos de entre el 1,5% y el 1,3% para España y, dado que para crear empleo neto son necesarias tasas de crecimiento del 2%, "es muy difícil que, en este escenario, sea un año de crecimiento de empleo y caída de la tasa de paro".

De hecho, la tasa de desempleo escalará previsiblemente hasta el 26% (la última EPA la sitúa en el 25% en España) y todos los informes "posponen a 2014 el inicio de una recuperación más consolidada". El proceso de recuperación será "lento", ha afirmado Meixide. Preguntado por las afirmaciones de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, sobre que España está saliendo de la crisis, ha replicado que con los datos incluidos en el informe y los resultados obtenidos en 2012, "no es previsible a corto plazo que se inicie un crecimiento en la economía española o en la gallega".

Meixide se ha referido a que la crisis tiene "forma de W", puesto que 2011 arrojó un ligero crecimiento, que se ralentizó y ha devuelto a las economías gallega y española a la recesión. En el caso de Galicia, el PIB por el lado de la demanda muestra que todos los componentes registraron "una caída fuerte" y solo el sector exterior tuvo "una contribución favorable".

Así, en 2011 Galicia creció dos décimas menos que España, con lo que "se rompió la tendencia de cinco años" en la que la comunidad tenía un "plus" de unas décimas favorable. Además, "se frenó el proceso de convergencia en renta per cápita de la década anterior".

En cuanto a la oferta, existe "un comportamiento diferenciado" entre los sectores de la industria y la construcción y los de servicios y primario. Los dos primeros han sufrido "una fuerte contracción" y en los últimos cuatro años la industria manufacturera gallega perdió posiciones, al pasar de representar el 14% al 12%.

Mercado laboral

Sobre el mercado de trabajo, Meixide ha destacado que, aunque la EPA del tercer trimestre mostró en Galicia un descenso del paro y un diferencial de cinco puntos en la tasa de desempleo respecto a España, en la comparación interanual, la comunidad ha sumado casi 40.000 nuevos parados y ha registrado un aumento "ligeramente superior a la media".

De hecho, ha agregado que esa diferencia en la tasa de desempleo (el 20,13% frente al 25,02% estatal) no obedece a una mayor capacidad para crear empleo, sino que, en parte, se explica por "una menor tasa de activos" y por el declive demográfico de la Comunidad gallega.

El sector bancario

El informe incluye un apartado sobre la situación del sector bancario gallego, en el que destaca que la evolución en 2011 vino "determinada en esencia por el drástico impacto" del proceso de reestructuración y recapitalización del sistema financiero.

El año, recuerda el documento, comenzó con la reciente constitución de Novacaixagalicia, surgida de la unión de Caixa Galicia y Caixanova, y que fue bancarizada y nacionalizada en septiembre. Además, en octubre se anunció la absorción del Banco Pastor por parte del Popular. Ambas operaciones derivaron en que al final de 2011 el mercado bancario gallego "se encontraba más concentrado que nunca en su historia, con el 90% del negocio en manos de solo cinco grupos".

De este modo, Novacaixagalicia pasó a tener el 43% de la red de oficinas y Banco Popular, el 17%, pese a la reducción experimentada en el número de sucursales, que pasó de 2.407 de 45 entidades distintas en 2005 a 2.136 de 36 entidades en 2011. Los depósitos pasaron en el mismo periodo de 35.600 millones de euros a 53.200.

El proceso de reestructuración de la red de oficinas en los últimos tres años presenta "una magnitud similar a la del resto de España, alrededor de un 15%, con la peculiaridad de que las entidades operantes en Galicia consiguieron mantener el volumen de depósitos de la clientela", analiza el estudio.

Colaboración con novagalicia

En la presentación estuvieron también presentes el gerente de Novacaixagalicia, Pedro Otero, y el director adjunto de Presidencia de Novagalicia Banco, Santiago Novoa, quienes destacaron la intención de la caja y el banco sigan colaborando en iniciativas como esta. De hecho, Novoa ha destacado que "cuesta separar" la actividad de una y otra entidad.

El representante de Novagalicia ha señalado que "es muy difícil hacer banca" en un contexto como el actual, pero asumen que son "una entidad líder" en Galicia, lo que se concreta en "responsabilidad con el entorno". En este sentido, ha advertido del "riesgo de exclusión financiera de la base productiva gallega" y ha recordado que el objetivo es dar este año 6.100 millones en créditos a las empresas de la comunidad.

Por su parte, Otero ha calificado de "sombríos" los datos del informe y ha llamado la atención sobre la disminución demográfica que se puede apreciar a lo largo de los 26 años que lleva publicándose el estudio. Esto, ha destacado, significa que los jóvenes "no se quedan en el país", lo que es "una fuga de talento" al que hay que poner "una venda o un tapón".