La Generalitat catalana ha activado el protocolo por contaminación atmosférica en el área metropolitana de Barcelona, ha informado la Conselleria de Territorio y Sostenibilidad. Esta activación supone limitar desde el mediodía de este martes la velocidad a 90 km/h en los accesos viarios a la capital catalana.

La medida se ha tomado por la previsión de polvo sahariano con concentraciones en superficie de entre 20 y 40 microgramos por metro cúbico, asociada a unas condiciones atmosféricas que dificultarán su dispersión. El Servei Català de Trànsit (SCT), a instancias de Territorio y Sostenibilidad, regulará a través de la señalización variable la velocidad en las entradas y salidas de Barcelona por la C-31 y C-32, y el tramo entre el Papiol y la avenida Diagonal —AP-7 y B-23—.

El SCT establece el límite máximo de velocidad en 90 km/h en las vías equipadas con los sistemas de velocidad variable, excepto cuando este límite ya sea inferior, como sucede en algunos tramos. En cuanto al resto de vías, se recomendará circular a esta velocidad a través de los paneles de mensajería variable.

El último episodio ambiental se produjo entre el 10 y el 14 de octubre del 2011, justo hace un año, y entonces fue motivado por altos niveles de óxidos de nitrógeno (NOx). Esta vez, según los datos facilitados por la Conselleria, la estación atmosférica de Sant Vicenç dels Horts alcanzó este lunes una punta máxima de 80,3 microgramos por metro cúbico de partículas PM10, y le siguió la de Sant Adrià de Besòs, con 73.

La UE fija unos límites para este contaminante para proteger la salud humana, y que son que los 50 microgramos por metro cúbico no pueden superarse más de 35 veces al año, y en un año la media no debe ser superior a los 40. La Conselleria de Territorio y Sostenibilidad hará un seguimiento a través de la Dirección General de Calidad Ambiental para levantar la medida temporal cuando se prevea una disminución de la concentración de contaminantes.

Las medidas que ha tomado la Generalitat están previstas en el Plan de Mejora de la Calidad del Aire para cumplir con los límites de contaminantes exigidos para la normativa comunitaria. Se trata de prever el episodio, emitir consejos generales e informar a la población para que utilice los transportes públicos si debe desplazarse, gestionar los límites de velocidad e instar a las eléctricas y cementeras a reducir emisiones.