El economista y político Ramón Tamames considera que España debería pedir el rescate "ya" y además no cree que sea un "estigma" que se acuda al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) ante la necesidad de una estabilidad para comprar deuda.

Tamames se ha expresado así en el marco del Foro Económico que organiza El Norte de Castilla en Valladolid, donde ha explicado las características de la crisis actual y la situación del país.

El catedrático de Estructura Económica, quien considera que no hay que "dramatizar más de lo indispensable", ha asegurado que acudir al "segundo rescate" —si se tiene en cuenta que el primero fue el financiero— permitiría a España baja la deuda desde los más de 400 puntos en los que está ahora hasta los 200.

Además, como consecuencia de lo anterior, se podría producir un ahorro de 8.500 millones de euros en los próximos tres años e incluso en doce meses de hasta 2.800 millones, que "dicen" que es lo que se conseguirá con el incremento del IVA, ha recordado.

Ramón Tamames ha puesto de manifiesto la "deuda masiva" a la que ha acudido España para atender los servicios sociales y el Estado del Bienestar, pero ha incidido en que cuando se habla de un 9 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de déficit que dejó el Gobierno anterior, realmente es un 27 por ciento sobre el presupuesto, con "caídas brutales" en renta, sociedades, IVA e impuestos especiales.

En este sentido, ha asegurado que la recuperación de ingresos "sólo es posible" con el relanzamiento económico, pero mientras tanto hay que acudir a la deuda, pero ha recordado que al mismo tiempo hay que cumplir un compromiso de déficit porque se pertenece a "un club" y, si no, pueden echar a España.

El economista ha insistido en que el problema de la deuda soberana podría resolverse en parte mediante la bajada de la "célebre" prima de riesgo "sin olvidar" lo que considera un "fenómeno psicológico nuevo", la "financiarización".

Además, ha incidido en que hay que prestar atención a la industria y la agricultura, que ha sufrido una "contracción", aunque ha explicado que la industria agroalimentaria mantiene al sector, porque si es necesario crear empleo hay que ver dónde y "si no hay industria y agricultura, no hay servicios".

En este contexto, ha recordado que lo único en lo que se produce un "respiro importante" es en el comercio y los servicios exteriores, ya que el comercio y el turismo suponen un 31 por ciento del PIB y se ha pasado de un déficit de 60.000 millones a un superávit de 31.000. A este respecto, considera que estos sectores pueden marcar parte de la recuperación porque "con los recortes no es suficiente".

Mejora de la competitividad

Además, la recuperación, a su juicio, pasa por la "ecuación de la competitividad", en la que entran en juego la productividad y el tipo de cambio, aunque en éste último ya no se influye de igual manera que antes, a pesar de que beneficia la tendencia del euro.

En cuanto a la productividad, Tamames ha recordado que sí se puede incluir y "algo se ha conseguido", ya que los indicadores hablan de que se ha incrementado entre un 6 y un 7 por ciento, pero calcula que habría que crecer en un 30 por ciento.

En cuanto a la duración de la crisis, ha aclarado que no se sabe cuándo terminará, depende de las medidas, que se han iniciado "tardíamente" y ahora van más rápido pero no se han aplicado totalmente y pasan por la reforma de las administraciones públicas y la Constitución para hacer una "estructural".

Entre algunas de las cuestiones positivas que dejará la crisis, Tamames ha señalado, por ejemplo, que España saldrá "más delgada" porque se somete a una "dieta", con la reducción de gastos "innecesarios", pero también que haya un reajuste.

Tamames ha explicado que la economía tiene sus ciclos, algo que es así "desde el comienzo de la Historia" y que se recogía incluso en la Biblia y ha recordado que los gobiernos tienen que "guardar" en épocas de bonanza para las de la escasez y ha hecho un recorrido por las diversas crisis vividas, las cuales se diferencian de ésta en su duración, ya que esta es "mucho más larga" que los "stop and go" de los años sesenta.

Asimismo, ha señalado como "factor diferencial" de esta recesión en España la "hipertrofia" de la construcción, que suponía un 14 por ciento del PIB por sí sola pero que aumentaba hasta el 25 por ciento con los sectores que movía (áridos, hierro, cerámica, etcétera).

Con el estallido de la "burbuja inmobiliaria", ha añadido, se ha producido un desplome de la tasa de empleo y no se han vendido viviendas que han supuesto aumentar hasta 370.000 millones de euros las deudas de la construcción a la banca, algo que aún no se ha solucionado y que cree que tendrá que arreglarlo el "célebre banco malo".

Por otro lado, Tamames ha abogado por la creación de un "comité de sabios" porque considera que hay "si no hay un buen diagnóstico no habrá buena terapia".