Un 33% de las mujeres valencianas que encabezan familias monoparentales se encuentra en paro. Frente a ellas, un 62% tiene trabajo y un 5% es inactiva, según se desprende del II Informe Mujer con Responsabilidades Familiares no compartidas y empleo.

El principal motivo por el que están en paro es la pérdida del empleo por EREs, despidos o finalizaciones de contrato. Un 82% así lo declara. Por detrás, un 14% no trabajaba pero se ha visto obligada a buscar empleo debido a su nueva situación familiar —antes tenía un cónyuge que le apoyaba económicamente y ahora no— y, por último, un 4% renunció voluntariamente a su trabajo anterior y está buscando un nuevo empleo pero aún no lo ha encontrado.

En cuanto al tiempo que llevan sin trabajo, es llamativo que un 60 está en paro desde hace más de un año. Por otra parte, un 15% lleva de 7 a 12 meses sin trabajo; un 14% de uno a seis meses y, por último, un 12% está buscando empleo desde hace menos de un mes.

Las valencianas en paro lo tienen claro: ser madre y estar sola es un hándicap para encontrar empleo. Así pues, un 91% declara que se siente continuamente discriminada en los procesos de selección por este motivo. "En cuanto se enteran de que tienes hijos y no tienes pareja, creen que no te vas a comprometer y que vas a fallar continuamente, cuando la realidad es que necesitas el empleo más que nadie", ha comentado una encuestada de 38 años.

Frente a esta gran mayoría, un 9% relativiza la situación y opina que la crisis está castigando a todos los sectores de la población y que las madres solteras no son una excepción.

La estructura más habitual de la familia monoparental encabezada por una mujer en la Comunitat Valenciana es la que se compone de la madre y un solo hijo económicamente dependiente, como constatan las respuestas de un 65% de las encuestadas. Por su parte, un 24% tiene dos hijos; un 6% tiene tres; un 3% cuatro hijos y, por último, un 2% tiene más de cuatro descendientes. Siempre dependientes económicamente.

En cuanto a la edad de las mujeres con responsabilidades familiares no compartidas en Valencia —en forma de hijo/s—, se observa que la mitad tiene entre 36 y 45 años (50%), seguido de un 24% que tiene de 26 a 35 años; un 15% con una edad comprendida entre los 17 y los 25 años y un 11% mayor de 45 años.

Atendiendo al nivel formativo de las valencianas encuestadas, se ha registrado un predominio de las mujeres con estudios elementales -un 44%. A ellas siguen las que tienen formación técnica —un 30% ha realizado un módulo de grado medio o superior—. A continuación, se sitúan las que tienen estudios secundarios (16%), seguidas de las tituladas universitarias, que representan un 10% del total.

Necesidad de ingresos

Las mujeres que están en paro tienen una necesidad urgente: ingresos económicos para mantener a su familia y hacer frente a sus pagos. Así, el 95% de las encuestadas declara que ésta es su principal preocupación en la actualidad.

De forma mucho más secundaria, han manifestado otro tipo de inquietudes surgidas a raíz de su situación de desempleo. Un 12% hace referencia a la exclusión social y un 4% alude a las carencias de autoestima y a la depresión. Además, otras encuestadas han añadido otras preocupaciones como la imposibilidad de ahorrar para afrontar el futuro o el miedo que produce no tener empleo cuando tu formación no es muy elevada.

Cuando el objetivo principal es conseguir ingresos, aspectos como el sector, la cualificación o la cercanía pasan a un segundo plano. Por ello, no extraña que un 80% de las valencianas encuestadas en paro esté dispuesta a cambiar de ciudad, o incluso de país, para poder trabajar: un 61% sólo a nivel nacional y un 19% incluso emigraría. Por último, un 20% afirma que no estaría dispuesta a cambiar de lugar de residencia.

En la misma línea, un 96% aceptaría un puesto de cualificación inferior a su formación y perteneciente a un sector diferente al que trabaja con anterioridad.Por último, un 40% tiene un empleo a tiempo completo.