Un proceso de paz marcado por las negociaciones sobre el narcotráfico y la cocaína

  • Las negociaciones de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC que comenzarán el próximo octubre en Oslo.
  • La guerrilla produce una parte de la cocaína que se elabora en el país y además controla algunas de las rutas de la salida de la droga.
  • De los cinco puntos de la agenda, el cuarto de ellos está referido al narcotráfico.
  • Sobre las drogas ilícitas el acuerdo propone un enfoque integral que abarca desde planes de sustitución de cultivos a programas de prevención de consumo y salud pública.
Fotografía de un vídeo de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) donde aparece el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias 'Timochenko' anunciando esta semana el inicio de las conversaciones con el Gobierno de Colombia desde La Habana (Cuba).
Fotografía de un vídeo de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) donde aparece el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias 'Timochenko' anunciando esta semana el inicio de las conversaciones con el Gobierno de Colombia desde La Habana (Cuba).
EFE
Fotografía de un vídeo de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) donde aparece el máximo jefe de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, alias 'Timochenko' anunciando esta semana el inicio de las conversaciones con el Gobierno de Colombia desde La Habana (Cuba).

El narcotráfico en Colombia será uno de los temas espinosos en las negociaciones de paz entre el Gobierno y las FARC que comenzarán el próximo octubre en Oslo, ya que la guerrilla produce una parte de la cocaína que se elabora en el país y además controla algunas de las rutas de la salida de la droga.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, divulgó esta semana a través de su cuenta de twitter el texto del acuerdo alcanzado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el que se establecen la hoja de ruta y las reglas del juego, así como los cinco puntos de la agenda, el cuarto de ellos referido al narcotráfico.

Un acuerdo al que se llegó tras acalorados debates, según reconoció el líder máximo de la guerrilla, Rodrigo Londoño Echeverri, alias 'Timochenko', en un vídeo divulgado en La Habana. Sobre las drogas ilícitas el acuerdo propone un enfoque integral que abarca desde planes de sustitución de cultivos a programas de prevención de consumo y salud pública, pasando por "la solución del fenómeno de producción y comercialización de narcóticos".

El relativo protagonismo de este asunto contrasta con el discreto papel que jugó el narcotráfico en la agenda del fallido proceso del Caguán, liderado por el expresidente Andrés Pastrana entre 1998 y 2002, pues quedó oscurecido por una multitud de ambiciosos planteamientos económicos, energéticos y políticos.

El sociólogo y director de Acción Andina, Ricardo Vargas, se mostró prudente al referirse al alcance del acuerdo final que puedan lograr el Gobierno y las FARC, e incluso escéptico con la incidencia que pueda tener en la solución definitiva al problema del narcotráfico en ese país, el mayor productor mundial de cocaína.

"Las FARC siguen siendo importantes en el comercio de pasta básica de coca, y siguen usándolo como eje de la economía de guerra; además controlan los corredores del Putumayo, Nariño y Cauca, para hacer sacar la droga a Ecuador, y de parte del Catatumbo en su ruta a Venezuela", argumentó el analista.

De hecho, Vargas observó que detrás de este punto puede haber más bien una intención de la guerrilla de "blindar cualquier eventual presión de Estados Unidos y evitar así la extradición por el delito del narcotráfico". Y es que Estados Unidos ha reclamado en extradición a más de medio centenar de guerrilleros desde mediados de la década pasada, al considerarles responsables del envío de buena parte de la cocaína que llega a su territorio procedente de Colombia.

Las FARC, que nacieron en 1964 y hoy cuentan con cerca de 9.000 hombres, empezaron a coquetear con el narcotráfico en la década de los noventa, cuando reorganizaron su aparato financiero.

Eso demuestra que el narcotráfico no es el origen del conflicto armado en Colombia, sino el motor que ha permitido mantenerse durante casi décadas sin una solución.

Vargas señaló que, dadas las alianzas de esa guerrilla con otros grupos armados ilegales colombianos e internacionales, en este momento no hay una estimación del porcentaje de la participación de las FARC en el negocio de la droga, pero está claro que ofrecen seguridad en cultivos, procesan cocaína y son casi líderes en su comercialización.

De acuerdo a un informe de la Fundación para la Educación y el Desarrollo (Fedesarrollo), las FARC eran responsables en 2009 del 55 % de la producción anual de cocaína.

Según el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el potencial de producción de cocaína en Colombia fue en 2011 de 345 toneladas frente a las 350 del año anterior, mientras que los cultivos ilícitos se incrementaron en un 3 % hasta las 64.000 hectáreas.

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