Más presión sobre el 'top manta', menos vendedores y varios altercados este verano

Los 'manteros' venden para "sobrevivir" y reaccionan violentamente por desesperación
Venta Ambulante - 'Top Manta' En El Parque Güell
Venta Ambulante - 'Top Manta' En El Parque Güell
EUROPA PRESS
Venta Ambulante - 'Top Manta' En El Parque Güell

La presión de los ayuntamientos más afectados por la venta ambulante de productos falsificados a lo largo de los paseos turísticos de la costa catalana, el fenómeno del 'top manta', se ha intensificado este verano, pese a que en general ha descendido la cifra de 'manteros' pero siguen produciéndose altercados violentos, aunque aislados.

En la Costa Daurada (Tarragona) ha habido este verano varios episodios violentos; en uno, en Calafell, cinco policías resultaron heridos leves en un enfrentamiento con manteros que les plantaron cara cuando les iban a decomisar la mercancía apoyados por testigos.

En estas playas, se ha reducido el número de 'manteros'; por ejemplo, en la playa de Comaruga de El Vendrell tienen en agosto unos 30 vendedores, por 200 el verano pasado.

En una entrevista de Europa Press, el inspector jefe del Baix Penedès, Octavi Jesús Ruano, lo atribuye sobre todo a que por primera vez han hecho "presión constante" policial todo el año, con operativos específicos en los accesos por carretera y estaciones de tren de El Vendrell y Calafell, y no solo en verano, como hasta ahora.

Los episodios violentos, que ya se producían en 2011, siguen porque ahora los vendedores pagan por anticipado la mercancía, así que, cuando se les interviene, pierden mucho más dinero que cuando solo la tenían en depósito.

El concejal de Seguridad de Roses —uno de los puntos más afectados de Girona—, Àngel Tarrero, ha dicho a Europa Press que los 'manteros' se han vuelto "más agresivos", y han aumentado las medidas de vigilancia.

De Semana Santa al 15 de agosto han decomisado allí 2.000 kilos de productos, levantado unas 100 actas y han hecho 18 detenciones, y este agosto han detectado más 'manteros' pese a que en julio había menos, aunque siguen por debajo de la media de otros años.

"Es un problema social y hemos de trabajar juntos o estamos perdidos. Por eso los comerciantes o restauradores no pueden permitir que, mientras vigilan si viene la policía, estén sentados en sus terrazas tomando algo. Si lo permiten, que luego no se quejen", avisa.

El Ayuntamiento de Sitges (Barcelona) también ha puesto el foco en este problema aumentando las actuaciones policiales contra el 'top manta': este año han hecho 465 intervenciones, ante las 368 del año pasado.

El concejal de Seguridad, Francisco Castillo, dice que es "un objetivo prioritario" y por eso han lanzado en agosto una campaña de concienciación para que no comprar productos 'top manta', y se han intensificado la presencia policial en las playas y calles comerciales.

Los manteros responden

Babakar, un veterano del 'top manta' —no vende hace años pero sigue en contacto con los vendedores, explica que los 'manteros' intentan "sobrevivir para no quedarse en la calle".

En declaraciones a Europa Press, admite que la venta ambulante es ilegal pero dice que un inmigrante irregular no tiene a nadie que le ayude cuando llega a España, y acaba vendiendo en la calle porque quien conoce también lo hace y es su única salida.

"Es una situación obligada de hacer algo porque, si no, te vas a quedar en la calle. Lo haces para sobrevivir; no es para ganar dinero, porque en la calle no se puede ganar dinero. Ganas poco, vendes poco, pero si te ganas 10 euros al día ya tienes algo", argumenta.

Él, vendedor ambulante siete años hasta que le contrataron en la metalurgia, justifica que los 'manteros' reaccionan violentamente "por la desesperación: venden mucho menos".

Además, asegura que los comerciantes presionan mucho más a los ayuntamientos y culpan de su crisis al 'mantero', lo que se traduce en más presión policial: "Eso lleva a episodios violentos que ellos mismos no desean, pero es que, cuando alguien te persigue tanto, llega un momento que ya te da igual; te resistes, porque es demasiado".

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