Rojo, azul, verde y amarillo son los colores que predominan este fin de semana en El Grado (Huesca), donde este sábado se disputa el Campeonato Mundial de Parchís en el que participan 234 parejas llegadas desde distintos puntos de la geografía española y también de Colombia, Francia, Irlanda, Escocia o Reino Unido.

Los colores de este juego universal, creado en la India, están presentes en varios de los rincones de este municipio de menos de 500 habitantes en el que, en 1999, surgió la idea de promocionarlo a través de alguna actividad que fuera entretenida, divertida y familiar.

Desde entonces, se han vivido ocho ediciones que empezaron siendo anuales, pasaron a bienales y ahora han dejado transcurrir tres años desde la última ocasión, en 2009, ya que finalmente este año el Ayuntamiento se ha animado a organizar una nueva cita alentado por el interés de los participantes.

Así lo ha explicado el alcalde, Joaquín Paricio, quien ha destacado que participan 192 parejas adultas y 42 en categoría infantil, y ha recordado que fue en la edición de 2007 en la que se logró el mayor número de participantes, con 640 personas.

Las primeras ocho parejas reciben un lote de premios donados por empresas patrocinadoras y este año también una escultura en hierro oxidado realizada por Fermín de Bedoya que representa un dado que se abre a modo de flor de El Grado y en cuyo tallo se reparten, como hojas, las fichas del parchís.

Además de promocionar El Grado y el Somontano, el objetivo de este campeonato es "solidario", dado que el dinero recaudado con la inscripción se dona a alguna institución benéfica, y además este año la organización pedía la donación a los inscritos de un kilo de alimentos para Cáritas Barbastro.

El "esfuerzo organizativo" no sería posible sin los voluntarios que se vuelcan para que tanto el torneo como las actividades paralelas "salgan bien", ha apuntado Paricio.

Entre éstas destacan el concurso de "Parchismanía", en el que los participantes pueden disfrazarse con motivos alusivos al juego, o el de "Parchiseros por el mundo", en el que se pueden enviar a la organización fotos con el cartel del certamen desde distintos puntos del mundo.

La única pareja que ha logrado revalidar el título en categoría adulta ha sido la formada por Francisco Rapún y Puri Allué, un matrimonio de Jaca que ganó en 2000 y 2007 y quedó subcampeón en 2001.

Hasta este campeonato, en el que participaron en la edición de 2003 el torero Juan Antonio Ruiz Espartaco y su esposa Patricia Rato, han llegado desde Colombia Luis Fernando Osorio y Beatriz Romero después de haber ganado el título nacional en su país.

De hecho, ser los campeones nacionales del "parqués", como se conoce allí el juego, les ha hecho merecedores de estar en el Mundial de El Grado donde tratan este sábado de revalidar el título que dos compatriotas suyos lograron en 2009.

"En Colombia se juega en las casas", ha explicado Romero, quien ha resaltado el ambiente "tan hermoso" de El Grado, "la familiaridad y que la gente juegue disfrazada".

Y es que los cuatro colores están presentes en trajes, rostros, esquinas y rincones de la población en cuya plaza, momentos antes de que empiece el campeonato, suena la canción que el grupo infantil Parchís hizo famosa en los 80 y se despliega una gran bandera cuatricolor mientras los participantes agitan sus cubiletes.

En esta fiesta tienen cabida parejas jóvenes y octogenarios, del propio municipio y de otros más lejanos de Menorca, Tarragona, Irún, Bilbao, Ciudad Real o Toledo, grupos y parejas sueltas, expertos que practican y repiten en la competición y novatos que se estrenan sin apenas haber ensayado.

El consejero de Presidencia del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro, no ha querido perderse esta cita y ha querido "apoyar la iniciativa del Ayuntamiento" con su presencia, según ha indicado.

Dados y tableros son también los protagonistas de la exposición "Parchís 2012...yo estuve allí", en la que se muestran más de cien tableros de diferentes tamaños y procedencias como India o Jamaica y materiales como madera, corcho, estaño o una sábana como el que pintaron unos presos de Zuera o uno pintado a mano que fue realizado y cedido por los Titiriteros de Binéfar.