El presidente del PP de Ávila cree que Zapatero es "el único vestigio" que queda de la Inquisición

El presidente del PP de Ávila, Antolín Sanz, consideró hoy que la retirada de los crucifijos de los centros escolares es "un nuevo invento de Rodríguez Zapatero para dividir a los españoles" y le acusó de ser "el único vestigio" que queda de la Inquisición.

En un comunicado recogido por Europa Press, Sanz anunció que se presentarán mociones en todos los ayuntamientos de la provincia, instando a que "los símbolos religiosos que representan a la creencia mayoritaria de los españoles se mantengan".

"El Gobierno no es quien, ni competencial ni moralmente, para retirarlos", dijo, argumentando que la iniciativa es "inconstitucional en cualquiera de los casos" y que obedece "a las filias y fobias de Rodríguez Zapatero". "El único vestigio que queda en España del antiguo tribunal de la Inquisición se llama Zapatero", señaló al respecto.

A su juicio, "si este Gobierno tiene ganas de entrar en los colegios e intervenir en algo que se refiera a la educación de nuestros hijos, lo que tiene que hacer es mejorar la calidad de la enseñanza que reciben, reducir los índices de fracaso escolar y mejorar la catastrófica posición de nuestro país en el informe Pisa".

Para Sanz, "el comportamiento del Gobierno, con su laicismo radical, es totalmente ajeno a los mandatos de la Constitución y obedece, sobre todo, a las filias y fobias de Rodríguez Zapatero", y en este sentido ha indicado que "el único vestigio que queda en España del antiguo tribunal de la Inquisición se llama Zapatero.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento