La Asociación Española de Niños Superdotados (ASENID), con sede en Zaragoza, ha estimado que podría haber unos 2.500 niños superdotados en Aragón y entre 300.000 y 400.000 en España, puesto que según la literatura científica el dos por ciento de los niños en edad escolar son superdotados.

No obstante, el psicólogo y presidente de esta asociación, Ricardo Sanmartín, ha explicado a Europa Press que "muchos de estos niños no están diagnosticados" y, en el caso de Aragón, el Departamento de Educación "no sabe cuántos niños hay" y el cálculo realizado por la asociación es "una estadística teórica".

También ha considerado que tanto la legislación estatal como la autonómica es ya "antigua" y "estaría bien si cambiara". Esta asociación existe desde hace más de 20 años y cuenta con unos 350 asociados aragoneses y 1.300 en el conjunto del país, de diferentes provincias y Comunidades, con una delegación en Madrid.

Sanmartín ha opinado que "las Administraciones no son muy diligentes en la práctica" en el tratamiento de esta realidad y "los padres no suelen estar muy contentos con la respuesta educativa a estos niños".

El presidente de ASENID ha apuntado que para atender las necesidades de estos niños en el aula hay dos estrategias, la adaptación curricular y las denominadas aceleraciones —hacer avanzar al niño un curso por etapa escolar en Primaria y Secundaria—.

La elección entre una y otra "depende de cada niño y de los resultados de la valoración" que se le haga, ha dicho, para aclarar que en el 90 por ciento de los casos se hacen adaptaciones curriculares y "aceleraciones hay muy pocas", aunque "se hacen", especialmente en Secundaria.

Al respecto, ha reconocido que no conoce ningún niño al que se le haya hecho aceleración en Primaria y en Secundaria, algo que ha precisado que está contemplado por la ley y que supondría que el alumno iniciara la universidad con 16 años.

Curso puente

Ricardo Sanmartín ha señalado que uno de los problemas de las aceleraciones es que no está previsto un curso puente para dar al alumno los conocimientos que deja de recibir en el curso que se salta, algo que sí ocurre en Estados Unidos.

"No debe hacerse una aceleración fría, sino que el niño debe tener una adaptación", algo que ahora en España depende de que el estudiante lo haga "por su cuenta" o de que sus padres le busquen un apoyo para recibir esos contenidos.

Sanmartín ha comentado que las aceleraciones "suele ser efectivas", pero se aplican en pocos casos porque los padres "a veces tienen miedo a que su hijo deje a sus amigos al cambiar de curso y se vaya con niños mayores".

Además, en los colegios "no están acostumbrado a ver un niño más pequeño con los mayores y produce cierta curiosidad malsana; no se entiende", ha sentenciado.

El presidente de ASENID ha indicado que se puede detectar que un niño es superdotado a partir de los cuatro años y está legalmente permitido que un niño pueda empezar Primaria con cinco años.

Fracaso escolar

El presidente de ASENID ha advertido de que a pesar del elevado coeficiente intelectual de los niños superdotados estos sufren de fracaso escolar, especialmente en el paso de Primaria a Secundaria o de Secundaria a Bachillerato.

Según ha apuntado, el 50 por ciento de esos alumnos sufre ese fracaso escolar y pueden llegar a repetir curso e, incluso, a abandonar el sistema educativo. Esto responde a que el alumno "se aburre" y cae en "conductas disruptivas".

También sucede que al haber cursado la educación Primaria "sin apenas trabajar" tiene una "falta de hábitos" porque "no le ha hecho falta ejercitarlos" y por eso "los problemas vienen en la Educación Secundaria Obligatoria".

Necesidad del juego

El psicólogo y presidente de ASENID ha indicado que para educar a un niño superdotado "no hay que hacer nada especial" en el ámbito familiar, especialmente si tiene hermanos, sino que debe llevar "la misma vida que ellos" y "jugar" como todos los demás niños.

No obstante, ha precisado, "este tipo de chicos necesitan de estímulos intelectuales" y "los padres deben poner interés en saber responder a esas necesidades cognitivas" y "estimularlos culturalmente y académicamente" para "prevenir el fracaso escolar".

Asimismo, es preciso "guardar el equilibro entre lo emocional e intelectual, jugar con él y quererle". Según ha sostenido, la edad mental es superior a la cronológica y por eso requieren algo de "protección emocional" para lograr un equilibrio "entre el amor y la cabeza, entre el corazón y la cabeza".

Sanmartín ha remarcado, no obstante, que estos niños no tienen ninguna necesidad de asistencia psicológica o psiquiátrica y si la requieren "la tendrían igual, aunque no fueran superdotados".

Según ha comentado, la película 'El pequeño Tate', dirigida e interpretada por Jodie Foster y que cuenta la historia de un niño superdotado, refleja con acierto "lo que tiene que hacer una familia" en estos casos.

Curso de verano

ASENID ha organizado en julio y agosto en su sede de Zaragoza varias actividades de verano para niños de 4 a 16 años, en horario de 18.00 a 19.30 horas, dos días a la semana, dirigidas no solo a superdotados.

En esta ocasión, el lema es 'Saber pensar' y el objetivo es el desarrollo del pensamiento creativo, del razonamiento inteligente, de las estrategias cognitivas y del aprendizaje y juegos para el desarrollo de la inteligencia.

Sanmartín ha explicado que se trata de "enseñar a los chicos a pensar usando la inteligencia, haciendo ejercicios y actividades que les enseñen a diseñar estrategias de estudios inteligentes", a través de fichas y cuadernos. El año pasado participaron en sus actividades de verano unos 90 menores.