Los tiempos en los que era indispensable gastarse una fortuna para poder grabar tu música en calidad decente han llegado a su fin. Hoy en día, con el avance y el abaratamiento de las nuevas tecnologías, casi todo es posible. Sólo hace falta invertir un poco de tiempo y una cantidad razonable de dinero. La creatividad, por el momento, no tiene precio.
"Cada vez son más los que vienen a informarse sobre este mundillo. No sólo gente interesada en la electrónica, sino músicos de todos los estilos", apunta Mario, de Sonido 40, un establecimiento ubicado en la madrileña Barquillo, la llamada calle del sonido.
Más allá del indispensable ordenador, conviene hacerse con una tarjeta de sonido, un micrófono y unos altavoces. Las tarjetas de sonido (las más baratas, a partir de unos 90 euros) no son más que dispositivos que permiten la entrada y salida de audio. Las más apropiadas son las externas, a través de las cuáles se pueden conectar al ordenador micrófonos, instrumentos y cualquier tipo de dispositivo. Enchufar, y listo.
Todo el que quiera contar con algo más que instrumentos "reales", como una guitarra, un bajo o la propia voz, deben apostar por un controlador MIDI (siglas en inglés de Interfaz Digital de Instrumentos Musicales). Estos permiten generar todo tipo de sonidos, desde una orquesta a un sintetizador. Pese a que los más extendidos tienen forma de teclado, hoy en día es posible encontrar todo tipo de instrumentos con capacidad de transmisión vía interfaz MIDI, desde guitarras a percusión, incluso clarinetes y gaitas MIDI.
El ‘software' necesario
El número de programas para grabar, editar y masterizar música es amplio. Los poseedores de un Mac disfrutan de Garageband, una aplicación incluida en todos los ordenadores de la firma de la manzana, de uso muy sencillo y resultados semiprofesionales.
Un paso más allá en complejidad y prestaciones se encuentran programas como Reason, Cool Edit, Cubase, Logic Studio o Ableton Live. Cada uno de ellos tiene su ciencia propia, e incluso muchos se utilizan de manera complementaria debido a sus características. Todos, sin excepción, requieren un proceso de aprendizaje para desvelar sus múltiples secretos y posibilidades.
Los temas de tus ídolos, todo tuyos
Trent Reznor, líder de Nine Inch Nails, fue el artífice de una iniciativa que cautivó a los usuarios de Garageband. En 2005 lanzó en Internet el single The Hand that Feeds en el formato del software musical de Apple. Así, sus fans pudieron coger las pistas y experimentar con ellas a su gusto. En nuestro país, los barceloneses Standstill hicieron algo similar: ofrecieron a quien las solicitara todas las pistas de las sesiones de grabación de su álbum Vivalaguerra. La gente respondió: en su web hay ya 27 originales remezclas del disco.
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