El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha afirmado que, incluso con la subida de impuestos aprobada a finales de 2011, el recorte del gasto público "va a ser espectacular, intenso y duro" este año.

De hecho, ha señalado que si no se hubiera aplicado ese incremento del IRPF "podría haber una paralización absoluta de la inversión pública".

Arias Cañete ha subrayado que el "compromiso absoluto" del Gobierno se centra en cumplir el objetivo de déficit del 5,8% marcado para este año y que todas las Administraciones, central autonómica y local, deben "remar en la misma dirección".

"Cuando lleguemos al objetivo este año, el que viene plantearemos los siguientes", ha señalado el ministro en declaraciones a los 'Desayunos de TVE', recogidas por Europa Press.

Además, se ha mostrado optimista al ser preguntado por la posibilidad de que se produzca una sanción de Bruselas o un castigo de los mercados por no cumplir el objetivo comunitario, y ha destacado que la imagen que se trasladará no es de un país "que se lava las manos, sino que se pone manos a la obra para reducir el déficit público, al 5,8% este año y al 3% en su momento".

"Lo peor que podría haber hecho el Gobierno es lo que se hacía antes: ejercicios de voluntarismo político, admitir cualquier cifra", declaró Arias Cañete, quien consideró que la Comisión Europea hará sus valoraciones cuando conozca el presupuesto, se presenten los programas de estabilidad y "lo valore en su conjunto".

Esfuerzo de austeridad presupuestaria.

El ministro explicó que "España ha dicho claramente que va al 3%, pero este año el sacrificio máximo que le puede exigir a los españoles es este, porque va a ser un sacrificio enormemente duro; no es el modelo anterior, donde se comprometía una cifra pero no se hacía nada", al tiempo que subrayó que el Gobierno, las autonomías y los ayuntamientos tendrán que hacer "un esfuerzo de austeridad presupuestaria y de sacrificios muy importantes".

En relación con el ajuste de las comunidades autónomas, ha indicado que con un recorte de 15.000 millones de euros a distribuir entre 17 comunidades autónomas, corresponde más de 800 millones de euros a cada una y se ha mostrado seguro de "si hay voluntad política y vocación de eliminar lo superfluo, cada autonomía sabe dónde lo puede ahorrar".

En su opinión, la desviación del déficit es responsabilidad sobre todo del Gobierno. "Llevamos desde 2004 con un Gobierno que ha hecho todo lo contrario a controlar el gasto autonómico y que lo ha incentivado con normativas que obligaban a las comunidades a gastar muy por encima de sus posibilidades", censuró.

"Nunca ha habido una gestión económica tan penosa y lamentable y una gestión presupuestaria tan enloquecida", reprochó el ministro, quien señaló, no obstante, que "se saldrá, aunque no va a ser fácil".

El escenario será "de larga duración y de sacrificios", dijo, antes de afirmar que el Gobierno actual está "recuperando el prestigio". "Las reformas son para que los mercados nos respeten y gracias a esas reformas las primas enloquecidas de riesgo se han reducido a niveles que aún son altos, pero seguro que los mercados, cuando vean el rigor con las que se aplican en España, van a confiar en el país".