La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo ha absuelto a M.B., el hombre de nacionalidad marroquí que fue juzgado el pasado 15 de febrero por un presunto delito en grado de tentativa al intentar acabar con la vida de M.F. con un hacha en la noche de año nuevo de 2004 en la localidad toledana de Yuncler.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el Tribunal señala en sus fundamentos de derecho "la dificultad que presenta la resolución del caso por la notoriamente deficiente instrucción que ha dejado la decisión de un delito tan grave como un posible asesinato dependiendo de la declaración del acusado y del perjudicado".

Asimismo, valora la declaración del acusado —que el día del juicio negó en todo momento lo hechos— afirmando que aunque se trate del procesado, "ni que decir tiene que no permite deducir que toda su explicación, coherente y mantenida a lo largo del tiempo sin fisuras de ninguna clase, deba ser tachada de no creíble".

De otro lado, sobre la declaración del perjudicado en la vista oral, en la que acusó sin dudar al procesado de los hechos, la Audiencia Provincial de Toledo sostiene que "no se advierten discrepancias esenciales".

No obstante, apunta que lo que sucede es que existen elementos "que no permiten llegar a la misma conclusión que el perjudicado en cuanto a la autoría del delito", destacando que en su testimonio, el perjudicado afirmó que la vivienda estaba a oscuras y que, por tanto, "no pudo ver quién era la persona que portaba el hacha".

Es por ello por lo que la Audiencia cree que, aunque en principio la declaración de la víctima puede ser "prueba suficiente para enervar la presunción de inocencia del acusado, en este caso no puede conseguirlo" al no apreciar razones "que hagan inverosímil la versión dada por el procesado".

Hechos probados

Con todo, la Audiencia Provincial de Toledo considera como hechos probados que en una hora exactamente no determinada de la noche de año nuevo de 2004, la víctima se encontraba en su domicilio durmiendo cuando accedió a la vivienda, "por un procedimiento que no consta, una persona no identificada con un hacha".

Así, considera probado que esta "persona no identificada" golpeó a M.F. en la zona frontotemporal derecha lo que hizo que cayese en la cama, "momento en que la persona no identificada le asestó un segundo golpe en la zona occipital izquierda".

A pesar de ello, el perjudicado, —según prosigue el tribunal— consiguió ponerse en pie y sujetó, por el mango, el hacha, impidiendo de ese modo que la "persona no identificada" volviera a golpearle.

Así, M.F., forcejeando con su agresor, consiguió llevarle hasta la calle y una vez allí se acercó a la vivienda de un vecino quien en su vehículo le trasladó al hospital.