Murcia espera que el cambio en CHS sirva para cambiar puntos del Plan de cuenca, como los aportes de desaladoras

Considera acertada la reserva ecológica en el Plan del Tajo, pero defiende que los caudales trasvasables están fijados por Ley
El Consejero De Agricultura Y Agua, Antonio Cerdá
El Consejero De Agricultura Y Agua, Antonio Cerdá
EUROPA PRESS
El Consejero De Agricultura Y Agua, Antonio Cerdá

El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, espera que el cambio de Gobierno en la Administración central y en la presidencia de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) sirva para modificar y "aportar realismo" a puntos "polémicos" contenidos en el borrador del Plan de cuenca, como el relativo al aporte de agua de las desaladoras.

Cabe recordar que está prevista la salida de la actual presidenta de la CHS, Charo Quesada, y su sustitución por el ex director general del Agua, Miguel Ángel Ródenas, una decisión que tiene que ser aprobada por el Consejo de Ministros.

En una entrevista concedida a Europa Press, Cerdá ha explicado que todavía no hay fecha para la finalización del Plan del Segura, pero espera que el cambio en la CHS lo "agilice y acelere" porque se trata de un tema "interesante" para conocer exactamente la situación en la que se encuentra la cuenca en cuanto a recursos, demandas y necesidades para una futura planificación nacional.

El consejero recuerda que el Esquema de Temas Importantes y el borrador del plan de la demarcación hidrográfica de la cuenca del Segura (Plan de cuenca) fue rechazado por el Consejo Regional del Agua, y "después se envió un mandato para volver a ordenar, reestructurar y reeditar el contenido".

En este sentido, ha considerado que el borrador tenía una serie de puntos "polémicos", y que el "más delicado" era el que explicaba que "se aseguraba un aporte de recursos de 480 hectómetros cúbicos procedentes de desaladoras en cualquier escenario", algo que el consejero tacha de "barbaridad".

En este sentido, considera que las desaladoras "han sido el completo fracaso del gobierno socialista", ya que eran "la alternativa al Plan Hidrológico Nacional (PHN)" que aprobó el anterior Gobierno del PP en 2001, y era lo que "iba a solucionar el problema del agua, que iba a ser más barata, iba a llegar antes y en mayor cantidad".

"Después de siete años hemos visto que no solo no ha resuelto el problema que había, sino que se ha convertido en otro problema, porque ahora no se sabe qué hacer con las desaladoras, porque el precio al que sale para la agricultura es inviable", critica Cerdá, quien considera que estas infraestructuras "son un problema añadido, porque no se ha resuelto el problema que había".

Cerdá recuerda que el Gobierno regional "se negaba" a admitir este aporte de agua procedente de desaladoras, y consideraba que esa cantidad "tenía que venir con aportes procedentes de fuera y otros aportes suplementarios", porque el agua desalada "es inasumible por el campo".

En su opinión, el Plan "no respondía a la realidad" y fue la razón por la que "todos los presentes lo rechazamos, tanto la Administración regional, como la de Castilla-La Mancha, el Gobierno valenciano y los regantes, y sólo lo votaron los representantes del Gobierno de España".

De momento, Cerdá indica que no hay fecha de preparación del nuevo Plan de cuenca debido al cambio en la CHS, y el nuevo equipo "tendrá que analizar lo que hay y presentar un escenario realista donde podamos hacer coincidir los intereses de todos y que responda a los intereses que hay en la Región".

Plan de cuenca del tajo

Cerdá también ha señalado que "también habrá que ver qué es lo que hay en el Plan de Cuenca del Tajo, y ver cómo responden las propuestas de caudales ecológicos, demandas y demás". Así, añade que ese contenido "habrá que estudiarlo, contrastarlo y ver si responde o no a la realidad".

Respecto a la inclusión de la reserva ecológica de 240 hectómetros cúbicos en la cuenca del Tajo, Cerdá cree que "no tiene por qué desaparecer", ya que se trata de un aspecto que "es necesario y responde a unos datos muy sencillos".

En primer lugar, explica que este aporte responde a las demandas del alto Tajo, que son 118 ó 120 hectómetros cúbicos. Asimismo, esta cantidad tiene explicación por los posos o el fondo muerto, que suman otros 112 hectómetros cúbicos, a lo que hay que sumar los ocho o nueve que corresponden a la evapotranspiración.

Cerdá estima que este aporte "es una realidad, y está bien contemplado", pero añade que "es susceptible de ser revisado para adaptarlo a la realidad del 2012".

Respecto a la inclusión en el Plan de cuenca del Tajo de una cláusula para revisar en el futuro los caudales a enviar a través el trasvase Tajo-Segura, Cerdá dice que se trata de una cuestión regulada por ley, y ha afirmado que esto es "intocable".

"La Ley dice que hay que transferir excedentes, y cuando haya excedentes se transfiere y cuando no hayan excedentes no se transfiere, de acuerdo con al Ley vigente", defiende el consejero, quien puntualiza, no obstante, que si esta ley cambia, "habrá que ver en qué condiciones cambia y bajo qué conceptos cambia".

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