Los representantes del sector de la cooperación en España han abogado por la creación de un sistema de garantías financieras a través de fondos estructurados y similar a unos avales financieros que aseguren los microcréditos de modo que si falla algún programa no repercuta en los perceptores. Además, han apostado por un enfoque de género en la concesión de los microcréditos desde el convencimiento de que las mujeres son el actor protagonista en el ámbito de las microfinanzas.

Estas son las principales conclusiones de la posición española sobre el apoyo a las microfinanzas que ha sido presentada este lunes en Valladolid donde se celebrará la próxima semana la V Cumbre Internacional del Microcrédito.

En concreto, la posición del sector de cara al futuro de las microfinanzas en España, que ha sido trabajada por cerca de 50 instituciones, contempla trece elementos que defienden la importancia de las microfinanzas como "un instrumento poderoso" para el autoempleo, la inclusión financiera y social y la reducción de la pobreza.

En este sentido, la posición española defiende que las microfinanzas generan "beneficios diferidos" por ser un "instrumento con retorno social a largo plazo" e incide en la necesidad de una legislación española, como ya existe en países como Francia, para el sector microfinanciero que permita la implantación de programas adecuados a las necesidades que hoy no están cubiertas, según ha explicado el profesor de la Universidad Pontificia de Comillas y miembro del Foro de Microfinanzas, Javier Márquez.

La posición española aboga por la coordinación y coherencia entre las actuaciones microfinancieras y otras actuaciones de lucha contra la pobreza y la exclusión, "sobre todo si forman parte de un proceso más global de acompañamiento de los beneficiarios", y por la pluralidad de actores microfinancieros y apertura para la participación de nuevos agentes en el sector.

Protección al cliente

Coordinación y trabajo en red entre todos los agentes participantes en el sector, desarrollo de estructuras de apoyo públicas que provean garantías a la financiación e impulsen y refuercen la actividad no financiera, un mayor enfoque social de las instituciones participantes en el sector y de los instrumentos utilizados y una mayor implicación del Estado y de las administraciones públicas en el campo de las microfinanzas son otros de los puntos que incluye esta posición española sobre el apoyo a las microfinanzas que recomienda también la protección al cliente.

En este foro se ha presentado también las nueve conclusiones de los actores de las microfinanzas en el ámbito de la cooperación al desarrollo que plantean un sistema financiero inclusivo como "condición necesaria aunque no suficiente" para un sistema económico y social inclusivo en el que todas las personas ejerzan su derecho al acceso a los servicios financieros que precisan tanto para sus necesidades familiares como productivas.

En este sentido, el jefe del departamento de Asuntos Multilaterales de la Aecid, José Moisés Martín, ha recordado que las microfinanzas son un instrumento de lucha contra la pobreza que permiten aprovechar las posibilidades de inversión pero ha abogado por la complementaridad de modo que su uso se inserte en estrategias integradas de lucha contra la pobreza, "incluyendo el acceso al trabajo, a servicios de salud y educación y el fortalecimiento de las capacidades emprendedoras y productivas".

Para los actores de las microfinanzas en el ámbito de la cooperación al desarrollo es necesario aclarar que la rentabilidad financiera "no es suficiente" para evaluar el desempeño de las iniciativas microfinancieras por lo que reclamarán en la próxima Cumbre favorecer la existencia de un consenso internacional sobre estándares de transparencia y desempeño social y fomentar su difusión y utilización.

"Se considera imprescindible la aplicación de directrices y buenas prácticas como las planteadas como el Grupo Consultivo de Asistencia a los Pobres o los principios de inversión responsable de Naciones Unidas", ha explicado José Moisés Martín, que ha reclamado la cuidadosa identificación de las iniciativas microfinancieras, "evitando trasladar a los usuarios todo el riesgo de las operaciones".

Profundizar y fortalecer la investigación aplicada al campo de las microfinanzas, favorecer la innovación y la audacia y reconocer la pluralidad y diversidad de actores son otras de las propuestas de este colectivo.

"acto de confianza"

Por su parte, la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, ha defendido los microcréditos como "un derecho de todo el mundo a tener una oportunidad" por lo que ha insistido en que el crédito es "un acto de confianza y de puerta abierta a esa oportunidad".

Tras recordar que España ha concedido en el último ejercicio 46 millones de euros en microcréditos, "una opción de trabajo en la lucha contra el desempleo y la exclusión social", donde la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo se sitúa como el segundo donante bilateral, tras Alemania, en materia de microcréditos.

"España es un gran actor en el área de las microfinanzas", ha añadido Soraya Rodríguez lo que ha favorecido que la Cumbre del Microcrédito incluya "por primera vez una pista española" en la que se pueda hablar y exponer el papel de sus agentes en el microcrédito y reflexionar sobre los éxitos y los fracasos de los programas y sobre su futuro.

La secretaria de Estado de Cooperación Internacional ha aprovechado la ocasión también para reconocer los efectos de la crisis económica, a la que se ha referido como "financiera y global", y para advertir de que tratar de buscar soluciones sin tener en cuenta las causas, "un sistema financiero fallido y sin reglas", llevará a cometer los mismos errores. En este contexto, ha apostado por llevar a cabo "serios cambios" en el sistema financiero donde la prioridad debe ser su función social.