Varios ciudadanos españoles, al menos cinco, forman parte de los 23 tripulantes de un barco petrolero secuestrado por piratas a 60 millas de las costas de Togo, en el golfo de Guinea, informaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Marina de Benin.

Según el jefe del Estado Mayor de la Marina de Benin, Maxime Ahoyo, el petrolero Mattheos I es de pabellón chipriota y navegaba entre Benin y Togo cuando fue atacado por un grupo de hombres armados. La nave tiene 183 metros de eslora, fue construida en 2004 y no llevaba seguridad a bordo ya que lo prohíbe la legislación chipriota.

"Estamos seguros de que el ataque se produjo a 120 kilómetros al oeste de Cotonú", indicó Ahoyo, quien añadió que sin embargo la Armada de Benin no fue capaz de intervenir para evitar el abordaje.

La empresa propietaria del petrolero, Consultores de Navegación, con sede en Madrid, ha informado a RTVE, al parecer serían cuatro oficiales y un aprendiz los españoles que había en el barco. Fuentes de la empresa también piensan que en realidad se trataría de un robo, no tanto de un secuestro.

La portavoz de la empresa, Sheena Campbell, ha asegurado que desconocen la ubicación concreta del buque, y que ahora lo importante es el bienestar y la seguridad de sus tripulantes. "Se está haciendo todo lo que se puede" y "sólo podemos esperar", ha dicho Campbell. Ha asegurado que la compañía cree que toda la tripulación está bien "por las circunstancias del secuestro".

Fuentes diplomáticas españolas en Madrid señalaron que la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, está pendiente del secuestro, que conoció después de haber comparecido en el Congreso parar informar de las últimas actuaciones del Ejecutivo en relación con la crisis en Libia. La embajada de España en la República de Ghana está al frente de todas las acciones sobre este secuestro.

Entre los miembros de la tripulación españoles se hallaría Manuel Bilbao Boudot, de Tenerife. Su mujer, Ana, en declaraciones a la Cadena Ser, asegura que aún no tienen noticias de su estado. Dice que su marido llevaba más de diez años navegando, los últimos dos o tres por todo el mundo, y nunca les había pasado nada.

Los piratas atacaron también un buque de bandera noruega en esas aguas mientras hacía una transferencia de carga, si bien los tripulantes se encerraron en la sala de máquinas y los intrusos acabaron por abandonar la embarcación.

El pasado mes de mayo fueron liberados dos marineros españoles que permanecieron secuestrados durante 137 días por piratas somalíes que asaltaron la embarcación Vega 5, de bandera mozambiqueña, al suroeste de las Islas Comoras, frente a las costas de Mozambique.

Los actos de piratería han experimentado un notable aumento en los últimos meses en el Golfo de Guinea, de ahí que países como Estados Unidos y Francia desplegaran el pasado agosto barcos de guerra para ayudar a los países de las inmediaciones frente a esa amenaza. Esta zona se ha convertido en un nuevo foco de preocupación de las autoridades españolas.

En el Plan de la Diplomacia del ministerio de Defensa, presentado en julio, se destaca la necesidad de prestar una "atención preferente" a los actos de piratería y bandidaje que experimentan un fuerte auge en la región del Golfo de Guinea y del Sahel (la franja que va desde el África Occidental hasta Somalia).

El Golfo de Guinea es una zona clave para el suministro energético de España por las importaciones de crudo de países como Nigeria, según el mismo documento.