La producción industrial cayó un 14,3 por ciento en Canarias en julio en relación al mismo mes del año anterior, mientras que en el conjunto del país la caída fue del 5,7%, según los datos difundidos este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Con esta cifra, el Índice General de Producción Industrial (IPI) ha retrocedido en el archipiélago un 7,2 por ciento en lo que va de año, es decir, en los primeros siete meses de 2011.

Por comunidades autónomas, quince de ellas registraron en julio variaciones interanuales negativas de la producción industrial. Las que presentaron los mayores descensos fueron Extremadura (-20,8%), Galicia (-15,9%) y Canarias (-14,3%).

Por su parte, las regiones que presentaron las tasas de crecimiento interanuales más elevadas fueron Aragón (2,7%) y Castilla y León (2,5%).

Media estatal

El IPI nacional registró un descenso interanual del 5,7% en julio, más de tres puntos por debajo de la tasa registrada en el mes de junio, cuando cayó un 2,6%. Con esta caída la producción industrial suma dos meses en negativo, tras repuntar en mayo, y experimenta su mayor caída desde octubre de 2009, cuando cayó un 12,8%.

Una vez descontado el efecto calendario, la variación interanual de la producción industrial fue del -2,8% en julio, casi un punto inferior a la registrada en el mes anterior (-1,9%). La variación media de la producción industrial en los siete primeros meses del año se situó en el -0,3%.

El descenso de la producción industrial en julio fue consecuencia, por su mayor repercusión en el índice, de la caída de la energía, que registró una tasa anual del -10,3%, ante la disminución de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica.

Por su parte, la producción de bienes intermedios sufrió un retroceso del 6,5% en julio, por la evolución negativa de las actividades del sector y la influencia del descenso de la fabricación de elementos de hormigón, cemento y yeso.

El sector de los bienes de consumo no duradero registró un descenso interanual del 4,2%, debido a la evolución negativa de actividades como la fabricación de especialidades farmacéuticas y la fabricación de bebidas.