En un deporte de gigantes, David Ferrer se ha trabajado un enorme hueco siendo el tenista más bajo del Top Ten: 1,75 metros (ver lista al final del artículo). El que más se le acerca es Tipsarevic, con 1,80 m, pero el alicantino afronta una gran desventaja de centímetros con otros como Del Potro, de 1,98 m, o Berdych, de 1,96 m. Sin embargo, ese hándicap no le ha impedido situarse cuarto del mundo, superando a Rafa Nadal (1,85 m), con dos torneos levantados este año (Buenos Aires y Auckland), y el mayor número de partidos ganados de todos los tenistas hasta ahora, 25. El año pasado fue el que más sumó, con un total de 76.

"Sin duda, ser más bajo es un hándicap porque tienes menos fuerza y menos envergadura para cubrir pista. Ferrer lo suple con piernas, casta, carácter y consistencia en su juego. Su físico solo lo tiene Nadal y su intensidad, solo Rafa y Djokovic", explica el extenista Félix Mantilla, quien después de cuatro años formándose como entrenador en Australia está dando sus primeros pasos como técnico en España.

"El único problema de David es que tiene que correr un poco más, pero él se mueve como un galgo. Además, los altos tienen más problemas a la hora de agacharse", añade Andrés Gimeno, ganador de Roland Garros en 1972.

El director deportivo de la Federación Madrileña de Tenis, Tati Rascón, también destaca "el centro de gravedad tan bajo que poseen los jugadores menos altos". "Eso les permite ser rápidísimos, que es la única forma de jugar contra los zambombazos de sus rivales, que cada vez son más fuertes, más grandes, sacan mejor y también se mueven bien en la pista", dice.

En esta línea, Mantilla, que llegó al número 10 del mundo en 1998, comenta: "Sí, ahora los jugadores son animales físicos. Tienen que ir bien en ataque y bien en defensa. En mi época, el juego era más lento y no tan agresivo".

Sin embargo, Gimeno apunta, que aunque el tenis vaya hacia allí, "siempre habrá excepciones como Ferrer o Agassi en mi época. Está claro que la raza humana irá mejorando, pero el tenis no es solo una cuestión de altura, sino de técnica y cabeza. Para mí, en lo que más ha mejorado David es en su carácter. Ha dado un giro de 180º. Antes se enfadaba muchísimo y se iba de la pista. Ya no".

Tanto Gimeno como Rascón destacan que el de Jávea haya alcanzado su madurez con los 31 años que cumple este martes 2 de abril. "Lucha con las ganas de un joven. No da nunca una pelota por perdida", asegura el primero. "Ha demostrado que con esta edad se puede estar en la élite del tenis si te cuidas, trabajas y aguantas de cabeza", afirma el segundo.

Aparte de su incansable movilidad en pista, el juego de Ferrer ha evolucionado a lo largo de los años para mantenerse en la élite. "Es un frontón y cansa al rival, como se demostró en la final de Miami contra Murray, que acabó agotado. David también ha mejorado mucho en su juego de ataque. Saca mejor y volea mejor", afirma Rascón.

Para Gimeno, además, Ferru cuenta con un arma propia e innata: "En el resto, la altura no influye, sino el instinto, y este es su mejor golpe. Es capaz de adivinar dónde va a ir la pelota, adelantarse y ganar unas milésimas importantísimas. Con esto, se nace".

El siguiente gran paso de David Ferrer, después de haberse estrenado el año pasado en los Masters con el de París-Bercy, sería ganar un Grand Slam. En este punto, las estadísticas juegan en su contra, ya que ha perdido las 13 finales que ha jugado contra Top 5 y ha sumado 33 derrotas en 44 encuentros ante el Top 3.

"Ha estado cerca y lo puede conseguir, pero tiene que estar al 100% y que los otros no estén del todo finos. Una de las cosas buenas de Ferrer es que rara vez pierde con los que son peores que él y siempre está en las rondas finales, pero, sinceramente, los otros cuatro tienen más armas que él. Djokovic, Federer y Murray sacan mejor que él y tienen golpes más definitivos, que les proporcionan muchos puntos gratis. Ferrer tiene que trabajar cada pelota. En eso se parece a Rafa, pero Nadal le pega más duro por su envergadura y por su fuerza física. En mentalidad, Murray quizás sea el más flojo", asegura Félix Mantilla, que ganó en 2003 el Masters de Roma a Roger Federer.

"Solo le falta una pizca de suerte. Está en el mejor momento de su carrera y ha quedado claro que puede mantener un nivel muy alto durante dos semanas, que es lo que hay que hacer para ganar un grande", analiza Tati Rascón. "A la edad que tiene es complicado, pero no imposible", concluye Andrés Gimeno.

1- Novak Djokovic (Serbia). 1,88 m

2- Andy Murray (Escocia). 1, 90 m

3- Roger Federer (Suiza). 1,85

4- David Ferrer (España). 1,75 m

5. Rafa Nadal (España). 1,85 m

6- Tomas Berdych (Rep. Checa). 1,96 m

7- Juan Martín Del Potro (Argentina). 1,98 m

8- Jo-Wilfried Tsonga (Francia). 1,88 m

9- Richard Gasquet (Francia). 1,85 m

10- Janko Tipsarevic (Serbia). 1,80 m