La 'causa de los trajes' en el 'caso Gürtel' ha dinamitado la jornada política valenciana en este miércoles 20 de julio. La renuncia del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, unida a la declaración de culpabilidad del exvicepresidente Víctor Campos y del exjefe de gabinete de la consellería de Turismo Rafael Betoret han significado un capítulo más, y de los gordos, de un caso que suma dos años y cinco meses de investigación judicial. Sin embargo, queda la duda de qué ocurrirá con el cuarto de los procesados: el exsecretario general del PPCV Ricardo Costa.

Según diversas fuentes del PP, Costa es el más reacio a declararse culpable de un delito de cohecho pasivo impropio, tal y como han hecho Campos y Betoret con la idea de conformarse con la pena más alta (multa de casi 50.000 euros) para evitar un juicio abierto por la 'causa de los trajes'. Camps, por su parte, ha dimitido de su cargo, pero mantiene su postura de defender su inocencia.

Pero Ricardo Costa no mueve ficha y tiene dos importantes razones para ello. La primera, y más fundamental, es que todavía tiene que afrontar una causa más importante que la de los trajes: la posible financiación irregular del partido valenciano. Si se declara culpable en el caso de los trajes, encararía el siguiente con antecedentes penales, lo cual podría perjudicarle en una hipotética condena en la que entraría, incluso, la posibilidad de ir a prisión.

La segunda razón es que Costa es el único de los cuatro imputados por los trajes de Gürtel que no estaba en el Gobierno valenciano cuando se produjeron los hechos, por lo que en juicio tendría muchas más posibilidades de ser absuelto que sus 'compañeros de imputación'. Como Camps, Campos y Betoret sí estaban en el Ejecutivo regional, sí podían adjudicar contratos a una de las empresas de Gürtel: Orange Market.

Este miércoles Ricardo Costa ha hablado poco. Sí ha dicho que Camps ha sido el "mejor presidente que hemos tenido" y una persona "íntegra, honesta y honrada, además de ser un gran amigo". Sobre su actual situación, se ha limitado a declarar lo siguiente: "No tengo nada que decir y cuando tenga algo que decir, lo diré".