Desde hace unos años están por todas partes. Los muñecos cabezones de Funko POP! han inundado las estanterías de grandes almacenes, tiendas de videojuegos, locales de cómics... Fabricadas con vinilo y manteniendo siempre un estilo muy característico, estas figuras caricaturizan a populares personajes del cine, la televisión, los cómics y la cultura pop en general.

Su cantidad es abrumadora y abarca personajes de infinidad de marcas, lo que lleva a pensar cómo una compañía de juguetes, a priori no muy conocida, llegó a hacerse con licencias de gigantes como Disney, Marvel, DC Comics, HBO, Dreamworks, Ubisoft, Warner Bros o Paramount Pictures, entre muchas otras.

En realidad, el éxito no ha sido tan súbito como parece. El origen de la compañía se remonta a 1998, cuando Funko nació fruto de la fusión de las palabras fun (diversión) y company (compañía). Los primeros muñecos, tal y como se relata en el documental de Netflix Fábrica de diversión: La historia de Funko, no se parecían mucho a los de hoy, pero ya poseían su característica más distintiva: eran cabezones.

En 2005, cuando la empresa cambió de manos, se produjo el punto de inflexión más importante. Un acuerdo con Warner Bros. dio pie a la creación de los primeros Funko tal y como se conocen hoy. Fueron Batman, El Joker, Linterna Verde... La popularidad de los mulecos se disparó y a día de hoy hay coleccionistas que se dejan miles de euros en estas figuras.

La inmensa variedad de Funko va desde sagas colosales como Star Wars a series del momento como Stranger Things o Westworld y clásicos inesperados como Embrujada, El equipo A, El coche fantástico o Salvados por la campana. Te proponemos el reto de identificar a un buen número de estas figuras. ¿Te atreves a demostrar tu nivel de cultura pop?