Como si fuera una serie con diferentes capítulos, el hilo de Marina Guirval ha ido avanzando con cuentagotas hasta... ¿llegar al final?

La tuitera de 24 años fue agregada por error al grupo de WhatsApp "Regalo Rosa" en el que unas madres de Zaragoza estaban debatiendo qué regalarle a la profesora de sus hijos.

Después de camuflarse e intentar, entre bromas, sabotear (o mejorar) el regalo para esta tal Rosa, parece que la tensión comenzó a surgir entre las participantes del grupo por no poder ponerse de acuerdo.

Marina intentó conseguir el número de la profesora, pero le fue imposible. Sin embargo, a la tuitera le invadió el miedo cuando le preguntaron de quién era madre.

Eliana era la madre que se había equivocado al añadirla al grupo y ahora era quien estaba intentando saber quién era su hijo, pero Marina estuvo rápida: "¿No lo sabes? Adivina".

A Marina le invadió el miedo de ser descubierta porque pensaba que era una trampa. Sin embargo, Eliana quería entablar amistad con ella, pues justo después le habló por privado.

Ahora tenía una cómplice a la hora de oponerse al regalo de las otras madres, pero Marina estaba empatizando con Eliana y le preocupaba el momento de confesar su secreto.

"Tú sigue con que me encanta, que te van a tirar piedras", le dijo Eliana por privado mientras estaban hablado del regalo en el grupo de WhatsApp. "Eliana y yo contra el mundo. Todo por Rosa", comentó Marina, haciendo una descripción perfecta de su relación con la madre.

Llena de nervios, Marina se decidió a decir la verdad y hacer cómplice a Eliana, ya que pensaba que se lo tomaría bien. Pero no fue así, a la madre le preocupó su privacidad y la de sus fotos.

Después de quedarse ambas en "cho", como dijo Eliana, la broma se puso difícil para Marina, pues la expulsaron del grupo de WhatsApp. Rosa se quedó sin su "succionador de puntos negros".

Aun así, Eliana siguió hablando con ella y Marina intentó por todos los medios convencerla y hacerla ver que no era una chica peligrosa: "Soy una persona normal. Una estudiante de universidad".

"Pues sigue así, muy bien. Eso bueno para el futuro, para el día de mañana", le contestó Eliana sacando su vena de madre. Eliana se ha convertido en un persona muy querida, tanto por Marina como por todo Twitter, pues ha conseguido que empaticemos con ella, con su humor y con su preocupación.

Desgraciadamente, parece que la historia entre la tuitera y la madre ha terminado, ya que los miedos de Eliana le han podido y ha bloqueado a Marina.

Ya han pasado varios días de este triste desenlace, pero Marina sigue sin rendirse y quiere encontrar a Rosa.

Los medios de comunicación también están colaborando: el programa Desde que amanece, apetece de Radio 4G Oficial y La Cadiera de Aragón Radio se han unido a la búsqueda.

"No quiero cerrar así el hilo", ha declarado Marina Guirval al diario 20 minutos. Según cuenta, hay varios tuiteros de Zaragoza, de donde es la profesora, que están intentando localizar el colegio o a Rosa.

Marina está dispuesta a pagarse el viaje y el regalo, pero está siendo difícil encontrar a la maestra porque no saben si es una mujer que se jubila o una chica que simplemente se cambia de colegio.

"Contactar con la profesora es lo que más me interesa", declara la tuitera. Lo que quiere es poder darle un final feliz a su historia y darle un detalle a la tal Rosa: "Twitter me ha propuesto que le regale un recopilatorio del hilo a modo de libro".

MARINA GUIRVAL / TWITTER

La otra opción que planteó, el "succionador de puntos negros", no parece una opción muy viable ni seria pues, aunque ninguna de las integrantes del grupo lo vio, en realidad se trata de un "estimulador de clítoris".

"El succionador de puntos se hizo muy viral hace tiempo porque es un juguete sexual y en Twitter hacen muchas bromas", cuenta Marina, justificando el por qué de este regalo.

"Me gusta mucho gastar bromas y me apunto a un bombardeo. Al ver que ponía que era para un regalo dije 'bueno, voy a seguir el juego y seguro que me echarán en media hora'", explica Marina Guirval al 20 minutos.

"Yo lo subí sin pensar que tuviera esta repercusión", cuenta la estudiante, que aumentó unos 6.000 seguidores en Twitter en menos de una semana.

En cuanto a Eliana, aunque le encantaría poder explicarle el tema mejor porque cree que no lo ha terminado de comprender, prefiere no insistir ni llamarla "porque se ha asustado".

En definitiva, lo que Marina Guirval quiere conseguir es darle un buen final a la historia. Rosa, Eliana, Twitter y, sobre todo ella, estarían encantadas de que fuera así.