En primavera, ¿la libido se altera?

Muchos dicen que en primavera están más calientes, pero la realidad es que el cambio de estación altera a muchas personas el biorritmo y nos hace estar más cansados

Por fin ha llegado la primavera. Atrás dejamos los meses de frío, abrigos y bufandas que nos hacen hibernar en casa a lo oso polar. Con la nueva estación nos sentimos más alegres. Llega la luz, el sol, las ganas de salir y de comernos el mundo y lo que no es el globo terráqueo también. Pero, ¿es cierto eso de que 'la primavera la sangre altera'? Y si es así... ¿por qué muchos dejan de tener ganas de sexo achacando la culpa a la llamada astenia primaveral?

Si pudieron darle una explicación científica a las diez plagas del Antiguo Testamento, al efecto que produce en los seres humanos esta estación también se le puede dar. Podemos incluso categorizar los efectos de la primavera en psíquicos y físicos.

Revolución hormonal

Físicos: los seres humanos somos hormonas andantes. La subida de la temperatura dispara la melatonina que regula el ciclo del sueño y el estado de ánimo. La aparición estelar viene protagonizada por las feromonas. Esta sustancia que generamos los seres vivos sirve para atraer a otros.

Otras hormonas que entran en el juego primaveral son la dopamina, norepinefrina y oxitocina, responsables del aumento de la lívido, actividad o mejora del estado anímico.

Psíquico: Los seres humanos nos alimentamos más por la vista que por la boca. Por ello, aunque estemos escasos de sexo basta con ver una pierna al aire, un escote, o un torso marcado para saciar nuestras ganas de sexo, aunque no del todo. El hecho de salir más a la calle aumenta nuestra capacidad para relacionarnos con otros seres humanos y, por tanto, las posibilidades de ligar y llevarnos a más gente a la  cama.

Astenia primaveral versus disparo hormonal

A pesar de los factores, cabe preguntarse por qué otras personas sufren el efecto contrario: la astenia primaveral. Muchos son los que con la llegada de esta estación se sienten fatigados, factor que favorece muy poco tener mayor apetito sexual.

Según un artículo publicado en el Diario El País, ni la astenia primaveral está respaldada por ninguna evidencia científica, ni atiborrarse de vitaminas resulta necesario a no ser que el médico lo indique. Es cierto que muchos son los que sufren alergias durante esta época y que arrastran durante los largos meses de invierno en los que las vacaciones, los bikinis y las salidas nocturnas quedaron ya muy lejos.

Desde mi punto de vista, si hay una estación donde se haga más el amor, ésa es el verano. Sin alergias, astenias y con vacaciones, la vida pasa de tener tonalidades frías como el verde a mucho más nacaradas como el naranja. O lo que es mejor... ¡el rojo pasión!

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