¿Por qué tenemos lapsus mentales? ¿Dónde dejé las llaves?

Un hombre intenta recordar una información olvidada.
Un hombre intenta recordar una información olvidada.
FLICKR/DAMIAN ZANINI
Un hombre intenta recordar una información olvidada.

En la película 'Siempre Alice', Julian Moore interpreta a una mujer que vive afectada por una enfermedad de Alzhéimer prematuro. La vida de esta profesora ordenada, metódica y muy activa se pone patas arriba cuando comienza a sufrir importantes pérdidas de memoria.

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Todos tenemos momentos de olvido. "¿Cómo se llamaba ese político?". "¿Dónde he dejado el móvil?". "¿Sabes dónde están mis llaves?". Son frases típicas que cualquiera puede pronunciar. En muchas ocasiones nos alertamos al tener algún fallo de memoria e imaginamos el peor escenario posible, como si de la vida de Alice en el film de Glatzer y Westmoreland se tratase.

Traemos buenas noticias para los más intranquilos. "La memoria no es algo estático, no funciona igual en todas las situaciones ni en todos los momentos. Tener errores puntuales de memoria puede estar dentro de la normalidad" asegura Guillermo Andura, neuropsicólogo en la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes.

Representación de las neuronas del cerebro.
Representación de las neuronas del cerebro.

Representación de las neuronas del cerebro (MEJORCONSALUD.COM).

Un estudio realizado por la Universidad de Islandia y el Hospital Universitario Landspítali analizó los olvidos diarios de 189 voluntarios en buen estado de salud, los cuales tuvieron una media de 6,4 lapsus por semana. Estos resultados mostraron lo comunes que pueden ser las pérdidas de memoria casuales.

Recopilamos algunas posibles razones que nos llevan a tener esos incómodos olvidos:

Baja atención

Puede parecer evidente, pero no siempre lo tenemos en cuenta. Es importante concentrarse en lo que estamos leyendo o escuchando, prestar atención resulta imprescindible para que posteriormente podamos recordar esos datos.

La información entra en nuestro sistema nervioso en el llamado proceso de codificación, posteriormente se almacena -proceso de consolidación- y finalmente se recupera -proceso de recuperación-. "Si no atendemos adecuadamente a la información nos será complicado codificarla y también recuperarla después", cuenta Andura.

Falta de sueño

Dormir
Dormir

Una joven durmiento (FLICKR).

Dormir tiene una importancia enorme para mantener una buena salud, necesitamos -al igual que el resto de animales- descansar y recuperar la energía. El sueño aporta muchos beneficios, también relacionados con la situación de nuestra memoria.

Mientras dormimos se produce un proceso de consolidación de la memoria, gracias al cual los recuerdos están más accesibles en el futuro. "Un descanso inadecuado va a dificultar que ese proceso a nivel cerebral se dé de una forma adecuada, afectando a nuestra memoria", aegura Andura.

La Clínica Mayo en Rochester (EEUU), llevó a cabo una investigación que relaciona la falta de sueño con el aumento en el riesgo de Alzhéimer. Por su parte, la Universidad de California publicó en Nature un informe que muestra cómo este factor afecta a la memoria y a la percepción visual.

Envejecimiento

La letológica es el olvido de una palabra de nuestro propio idioma, lo que nos impide usarla.
La letológica es el olvido de una palabra de nuestro propio idioma, lo que nos impide usarla.

"Esta región es muy sensible a factores como el envejecimiento", dice la psicóloga Lucía Jiménez. Habla del hipocampo, una parte del cerebro fundamental en los procesos mentales relacionados con la memoria y el aprendizaje.

Andrew Budson, profesor de neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, contó a BBC Mundo que "la memoria alcanza su punto máximo a los 20". Según el docente, a partir de entonces comienza a deterioriarse, por lo que es normal que los olvidos vayan aumentando con el paso del tiempo.

Estrés

Estrés y esfuerzo físico.
Estrés y esfuerzo físico.

Estrés laboral (ISTOCK).

La sensación de que al día le faltan horas para completar nuestras tareas, prisas, agobio o excesivas autoexigencias... A muchos les suena esta descripción, y es que el estrés es uno de los males más comunes en la sociedad actual.

Esta situación también afecta a nuestra memoria. "Una respuesta de estrés elevada y prolongada en el tiempo va a afectar negativamente a la adecuada función del hipocampo, y por tanto, a los procesos de aprendizaje y memoria dependientes de él", detalla Guillermo Andura.

Enfermedades

Imagen de recurso de un bote de pastillas.
Imagen de recurso de un bote de pastillas.

Pastillas (PIXABAY).

Enfermedades como la depresión o el hipotiroidismo pueden afectar a nuestra memoria. Además, el consumo de ciertos médicamentos también conlleva fallos de este tipo.

"Debemos prestar atención a la frecuencia de estos olvidos y cómo impactan en la forma de manejarnos en nuestra vida diaria", dice Jiménez. La psicóloga recomienda acudir al médico si las pérdidas de memoria son llamativas, frecuentes y causan problemas en nuestra vida diaria como desorientación de camino a casa o cambios bruscos de humor. "Esto no tiene por qué significar que sufrimos Alzheimer pero son señales a las que debemos estar atentos", afirma Jiménez.

Para retrasar o evitar esta terrible enfermedad los expertos recomiendan realizar actividades como ejercitar la memoria, practicar ejercicio físico o mantener una dieta sana.

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