Este cachorrito parece sacado de las historias de Winnie the Pooh, pues su tono rosado y la ternura que transmite lo hace parecer un dibujo animado. Quizá por ese motivo se llama Piglet, además de por su gran parecido con el personaje de la serie.

Pero por mucho que su aspecto sea similar, no es un cerdito, es una mezcla de perro salchicha y chihuahua. Aunque ahora vive "como un principito", según declaró su dueña, nació sordo y ciego junto a otros 37 cachorros en Georgia.

Melissa Shapiro es una veterinaria de Connecticut, Estados Unidos, que lo acogió cuando era un recién nacido y apenas pesaba medio kilo. En un principio, no lo iba a adoptar definitivamente, pero tras dos meses con Piglet le fue imposible imaginar su vida sin él.

"Fue una decisión muy difícil. Cuidar de un cachorro discapacitado es como tener un trabajo a tiempo completo", declaró la mujer a People. "Pero es tan mono que no pudimos separarnos de él".

Aun así, parece que la veterinaria lo pasó mal durante el primer mes, pues no pudo ni salir de casa para quedarse con él. "Tenía tanta ansiedad que gritaba constantemente. Jugaba y luego se dormía, pero cuando no hacía ninguna de esas dos cosas se ponía a gritar", explicó Shapiro.

Pero ahora el perrito está mucho mejor, ha superado la ansiedad y juega con sus hermanos, los 6 perros que Melissa Shapiro tiene en casa.

Piglet tiene incluso su propia cuenta de Instagram en la que acumula ya más de 100.000 seguidores. Se ha convertido en toda una celebridad en redes, y es que su dueña pensó que su historia podía ayudar a más personas: "Cuando nos lo quedamos, pensé que Piglet tenía que tener un significado mucho mayor".

La vida de este perro influencer llegó hasta un colegio de Massachusetts, donde un profesor utilizó el caso de Piglet como ejemplo para una terapia de crecimiento positivo. Su historia sirvió para enseñar a los estudiantes a no darse por vencido y promover la idea de crecimiento y lucha personal.

"Al final del año, sorprendimos a los alumnos. Pensaban que íbamos a hacer una videollamada por FaceTime y entramos de repente con Piglet montado en su silla de paseo junto a tres de mis perros. Todo el mundo se puso a llorar", explicó Saphiro.

Piglet ahora tiene su propia página web oficial en la que se puede descargar gratuitamente un programa de aprendizaje para enseñar a los niños a enfrentar este tipo de desafíos, trabajar con lo que tienen y olvidarse de lo que no tienen. Esta especie de escuela online ha llegado a aulas de otros lugares como Alabama, Connecticut e incluso a Japón y Australia.

"La gente tiene miedo de adoptar estos animales, piensan que van a dar demasiado trabajo. Pero la gente ve la página de Piglet y me mandan mensajes diciendo que, gracias a él, acaban de adoptar", contó Melissa Shapiro.

El dinero que la veterinaria gana gracias a las redes sociales y el merchandising de Piglet va destinado a refugios de animales con necesidades especiales. Hasta ahora, el perro ha recaudado más de 30.000 dólares.

Pero la familia del cánido no quiere que su labor quede ahí, esperan poder llegar a más aulas en el futuro y crear una organización sin ánimo de lucro para poder destinar más dinero a las asociaciones que rescatan animales.