Un ingeniero pasa nueve horas bajos los efectos del LSD impregnado en un sintetizador de los años 60

  • El técnico no sabía que el aparato estaba manchado de la droga y al tocarlo sintió los efectos de la misma.
  • Terminó de reparar el equipo una vez se encontró bien y con guantes puestos.
Sintetizador modelo Buchla Model 100.
Sintetizador modelo Buchla Model 100.
BENNETT / WIKIMEDIA
Sintetizador modelo Buchla Model 100.

Eliot Curtis es un ingeniero de sonido y gerente de operaciones de KPIX Channel 5. Hace unos días se dispuso a intentar arreglar un antiguo sintetizador de 1960 que había encontrado en un armario de la Universidad Estatal de San Francisco, sin embargo, algo extraño le ocurrió.

Al rato de trabajar con el equipo, empezó a sentirse "extraño y diferente", tal y como contó a su cadena. "Sentí como si estuviera de viaje con LSD, noté una sensación de hormigueo extraña 45 minutos más tarde de empezar".

Hubo una época en la que se extendieron los rumores de que los ingenieros de sonido y operadores de radio sumergían sus dedos en LSD líquido mientras trabajaban, durante los años 60, con el fin de inspirarse.

Curtis estaba intentando arreglar un Buchla Model 100, un sintetizador que, aunque él no lo sabía, estaba impregnado de la droga. Por eso, cuando retiró un módulo para limpiarlo, la sustancia pareció disolverse en su mano y empezó a alterar sus sentidos. Lo que le ocurrió durante las siguientes horas fue un "viaje", tal y como recoge Gizmodo.

Es curioso que lo que le ocurrió a Curtis fue lo mismo que a Albert Hoffman, quién sintetizó la sustancia por primera vez en 1943 y que, de forma accidental, se la administró a sí mismo de esa forma.

"Ha sido una experiencia salvaje, una situación que daría para un buen capítulo en la historia de la contracultura", expresó el ingeniero a los medios. Finalmente, terminó de reparar la máquina con guantes puestos.

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