Desde hace tres décadas, las playas del oeste de Francia han sido el escenario de un curioso misterio, la aparición constante en las playas de teléfonos de juguete con la forma del gato Garfield. En 2018, ya se habían recogido cerca de doscientas piezas.

Ahora, el origen de este goteo constante de piezas naranjas ha sido revelado: la fuente es un contenedor hundido a 30 metros de profundidad muy cerca de la costa bretona, tal y como recoge BBC.

Los descubridores han sido los miembros de la asociación Ar Viltansoù, que trabajan para mantener la limpieza en las playas de la zona. "Nuestra asociación se creo hace 18 años y, desde que existe, encontramos trozos de teléfonos de Garfield en prácticamente en cada limpieza", ha contado Claire Simonin, presidenta de dicha asociación, a AFP.

En realidad, había alguien que conocía el origen de los juguetes ya desde los años 80, un granjero local llamado René Morvan, que fue el primero en hallar un teléfono en la playa ta principios de la década. "En ese momento tenía entre 19 y 20 años. Recuerdo que hubo una gran tormenta. Con mi hermano, vimos teléfonos por todas partes en la playa. Somos chicos de la costa, decidimos ir a ver qué era", recuerda Morvan.

"Tenías que conocer bien el área para saberlo. Encontramos un contenedor medio destruido. Estaba abierto y muchas de las cosas que transportaba ya no estaban, pero había un montón de teléfonos", explica.

Ante el miedo de meterse en problemas con la ley, los dos chicos no dijeron nada hasta el año pasado, cuando el citado grupo ecologista inició su campaña de limpieza con los teléfonos de Garfield como símbolo.

Durante el descenso a la cueva, descubrieron el contenedor abierto y, tanto por el camino como dentro del mismo hallaron multitud de juguetes, muchos en muy buen estado.

Aunque ya se sabe de dónde vienen esos teléfonos –muy populares en los 80 y aún hoy buscados por algunos coleccionistas–, sigue siendo un misterio de dónde venía y qué sucedió con el contenedor.