Cómo conseguir el orgasmo en tres fases con el modelo Helen Kaplan

Desde la Viagra hasta los ejercicios de Kegel. Mucho se ha hablado de terapias sexuales. Algunas de ellas venidas desde el lejano oriente como el Kung Fu Sexual y otras sacadas de un laboratorio químico como la nueva píldora azul para mujeres. Cuando ya no quedaba mucho más que hablar sobre terapias sexuales aparece una ''nueva'' que va a revolucionar o al menos cambiar el concepto que tenemos sobre las relaciones en pareja

Se llama Helen Kaplan y a pesar de que para muchos es una nueva terapia sexual cumplió hace años la mayoría de edad. En 1980 se comienza a hablar del modelo trifásico de excitación de las personas. Bautizada con el nombre de su creadora, la sexóloga H.Kaplan, se basa en estudiar las diferentes fases de la respuesta sexual humana en tres periodos divididos en deseo, excitación, orgasmo y resolución.

PRIMERA FASE: EL DESEO

Vayamos por partes. No importa lo sanos que estemos. No importa que la libido esté disparada. Las ganas de echar un polvo no son directamente proporcionales al éxito que consigamos durante el acto sexual. Un ingrediente, el primero de todos, debe estar presente para hacer que tanto hombres como mujeres se sientan predispuestos a tener sexo.  Diferentes factores como el estrés, la salud, la depresión o la ansiedad influyen en el estado de excitación de las personas e inhiben su deseo sexual.

Sin deseo no hay sexo. O al menos de calidad. Pues de forma involuntaria el cerebro viajará por un lado y los órganos sexuales por otro. La cabeza estará pensando en negativo y construyendo castillos en el aire condenados al fracaso.

SEGUNDA FASE: LA EXCITACIÓN

Cuando el deseo es latente, las hormonas se disparan, el pene se pone erecto  y la lubricación comienza a aparecer en las mujeres. Sin embargo, no se debe bajar la guardia. Ahora no basta con desear, hay que querer. Querer disfrutar del sexo sin tabúes, dispuestos a pasar un momento mágico y entretenido con otras personas pero también con uno mismo. En esta fase de excitación lo importante es no querer aparentar ser el mejor amante e incluso pecar un poco de egoísta. Sólo así el cerebro y los órganos sexuales podrán ser uno y permitir el sumun del sexo, el orgasmo.

TERCERA FASE: EL ORGASMO

Al final parece que lo que menos cuenta del sexo es la resolución final o el orgasmo. Ocurre algo similar que en las competiciones deportivas cuando se dice esto de '' lo importante es participar''. Si somos capaces de meternos este concepto en la cabeza, no habrá tanta predisposición a llegar al orgasmo para poder decir que ese polvo ha sido todo un éxito. Existen numerosas tendencias como el sexo tántrico para las que eyacular no es lo importante. Nuestro modelo occidental de sexo sin embargo no lo concibe de la misma manera y parece que si no sale nada del pito la relación se ha ido al garete. Nada más allá de la realidad. Los preliminares, la meseta (el sexo en sí) y el contacto con la otra persona une más a la pareja que el orgasmo y la eyaculación.

En resumen: lo importa de estas tres fases es la conexión del cerebro con los órganos sexuales. Encontrarse a uno mismo es esencial para poder dar placer y aumentar el deseo sexual y posterior excitación en la otra persona. A veces nos comemos demasiado la cabeza con el orgasmo saltándonos las dos fases anteriores. ¡Step by step...no es necesario correr...para correrse!

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