Durante nueve años, David Berry y sus dos hijos han cazado cientos de ciervos a los que cortaban la cabeza y las astas  para llevárselas como trofeos. Dejaban tirados los cuerpos allí donde cometían su fechoría y se iban de la escena del crimen. Ahora el juez ha condenado a Berry a ver la película Bambi.

El jefe de la división del Departamento de Conservación de Missouri, Randy Doman, ha explicado a The Washington Post que "tomar solo las cabezas es la versión de esta gente de conseguir un trofeo. Aunque hay casos en los que los cazadores furtivos van tras las astas con fines de lucro, este grupo lo hacía más bien por la emoción de la matanza en sí misma".

Sin embargo, aunque este comportamiento pueda resultar sorprendente, más lo ha sido la decisión del juez, que ha condenado a Berry a ver "al menos una vez al mes" la película de Disney, Bambi, durante su encarcelamiento en la prisión de Lawrence (un año).